No cabe duda que el discurso de odio de Donald Trump está pasando factura a nivel mundial. Hoy un individuo de nombre Stephen Paddock de 64 años, abrió fuego desde la ventana del Hotel Mandalay Bay. Mató a 58 e hirió a 521 personas que se encontraban en un concierto de música country al aire libre.
Es la peor matanza que se ha registrado en Estados Unidos en los últimos tiempos.
Todo indica que, después de cometer la matanza, Paddock se suicidó. El comando de SWAT -fuerza especializada en uso de armamento militar- que entró a la habitación encontró un pequeño arsenal de armas de fuego, con al menos 10 rifles.
Varios medios indicaron que el hombre es nacido en el estado de Nevada y vive en una comunidad de gente en retiro en la localidad de Mesquite, a unos 130 kilómetros de Las Vegas.
Los noticieros lograron hablar con el hermano del atacante de nombre Erick Paddock, donde apenas pudo pronunciar un: “Estamos perplejos, no podemos entender lo que pasó”.
Es un mensaje más que el control de armas para civiles dentro de Estados Unidos debe ser riguroso. Y el discurso de odio de Donald Trump debe cambiar de una vez por todas.
https://www.youtube.com/watch?v=hevP4MDqNKM&feature=youtu.be