Estamos a una semana exacta para enfrentar a Costa Rica en el Estadio Nacional de San José y me preocupan varias cosas.
Leyendo las declaraciones de los jugadores que demuestran un alto nivel de confianza en sacar los tres puntos frente a los ticos. Eso es miedo disfrazado, aquí las estadísticas no cuentan, porque son un equipo que ha venido jugando de manera irregular durante todo el proceso eliminatorio.
Hacemos goles, pero nuestra línea defensiva es una coladera de miedo. No es por nada, pero somos el equipo con peor diferencia de goles, solo por detrás de los caribeños. Y aun así tenemos 16 en contra y Trinidad & Tobago tiene 15.
El medio campo es totalmente impredecible, unos momentos andan tocazon, otros momentos son irreconocibles los jugadores que están en el centro del campo armando fútbol, no les salen ni tres pases seguidos.
No hemos ganado dos partidos consecutivos y esto es lo que más me tiene al borde de la histeria.
Además, ese gol que nos hacen en los últimos minutos nos ha pesado terriblemente.
Pinto no es ventaja sobre los ticos, de hecho, no conoce bien a los jugadores hondureños, que va a estar conociendo el funcionamiento táctico de los costarricenses en este momento.
Honduras la tiene muy complicada, ninguna de las dos selecciones que vamos a enfrentar la próxima semana van a querer ceder puntos aunque ya estén en Rusia.
¡Oremos! Es lo único que nos queda.
