Douglas Omar Alonzo Salgado es hondureño especializado en la Dirección de Arte. En otras palabras es todo lo que está fuera de foco. Su más reciente proyecto es Morazán, donde se destacó de una manera increíble; gran parte del éxito de la película está puesta en él.
Él fue el encargado de diseñar todos los vestuarios de la película y el creador de los sets. Minucioso, cuidó hasta el más mínimo detalle. De eso nos habla en esta entrrevista.
¿Cómo es que llega a formar parte de Morazán?
Quién me busca a mí es Ana Martins, con recomendación de Hispano Durón. Yo ya había trabajado con él en otros proyectos y ahí me plantearon el proyecto que tenían. Al principio fue un total desafió por ser tan complejo.
¿Qué fue lo que diseño?
Diseñe la paleta de colores, textura, ambientes, Morazán es una película de tendencia, estamos hablando de 1800 y eso conllevaba muchas cosas.
Recordemos que no era como ahora que tenés 10 camisas, antes solo era la vestimenta de los domingos, el de gala y el de andar.
¿El desafío?
Ubicar a Morazán en esa época, recordemos que era una época victoriana; también en las mujeres teníamos que tener cuidado con el vestuario, así que decidimos tomar elementos.
¿Cuánto tiempo se tardó en diseñar?
Solo de diseñar fueron más de seis meses, eso fue pre-producción.
¿Cuánto vestuario diseñó?
Para esta película hicimos 160 vestuarios, diseños, desde definir cómo iba a ser la milicia, cómo iba a andar el general Francisco Morazán, toda la ropa lleva un tratamiento para envejecerla.
¿Se había hecho eso antes en Honduras?
Fue un proceso único en Honduras ya como película, Morazán tiene esa característica.
¿Cuál fue el tratamiento de la ropa?
Para tratarla hay técnicas, sobretodo se ocupaban lijas, piedras pome.
¿En cuánto tiempo lo hicieron?
Lo hicimos como en dos semanas, fue un trabajo tremendo.
¿Tipo de tela qué más usaron?
Tafetas y linos, mucha manta.
¿Cuánto fue el presupuesto de arte para la película?
Fue bastante, no manejo ese dato con exactitud, pero sí fue bastante.
¿Cuántas personas trabajaron en la dirección de Arte?
Trabajamos ocho personas.
¿Qué se tomaba en cuenta?
Lo primero que hay que tomar en cuenta es la óptica con la que se va a trabajar y en Morazán se trabajó con 4K, una definición de imagen que eso hasta el poro se le miraba.
¿Las locaciones cómo les fue ahí?
Era súper difícil, porque si estaba un toma corrientes lo teníamos que tapar, los cables de luz, cosas modernas, un chicle o una marca de cigarro, peinábamos la zona , el proceso fue extenuante.
¿La escena más difícil que les toco montar?
La del fusilamiento, por supuesto teníamos que poner una gran cantidad de personas, ocultar escenarios, tomas que al final salen y no salen, tuvimos que echar dos toneladas de tierra en el piso para que no se vieran, encielamos una zona para que no se viera nada moderno.
Y otra de las partes fue la de los caballos, definitivamente era muy compleja.
Fotos: Alexis Hernández