No se puede negar que esta vez se percibe un ambiente de esperanza y de mucho ánimo en los jugadores llamados a la selección nacional de Honduras.
Mientras leía las declaraciones de los legionarios que llegaron a San Pedro Sula me di cuenta que vienen mentalizados a querer hacer bien las cosas, ya no se percibe aquella frialdad de hace algunos meses.
La llegada de Costly a la selección le devuelve esa mística que hace tiempo veníamos exigiendo como aficionados al profesor Jorge Luis Pinto. No es para menos, el “Cocherito” anda encendido con los goles y las corridas de cipote de 19 años. Ya vieron lo que sucedió en el último juego que hizo Olimpia contra Alianza. Carlo se transformó y se puso el equipo al hombro.
Seguramente eso sucederá en estos partidos importantísimos contra Trinidad & Tobago y los Estados Unidos.
Me llena más de esperanza la historia de Alberth Elis y Romell Quioto, quienes viajaron desde Houston hasta la ciudad de Dallas para poder tomar un avión que los trajera a Honduras.
Fue una dura hazaña y una buena historia que tenemos el compromiso de comentarles cómo se dio esta aventura para poder estar concentrados con la selección nacional de Honduras.
El compromiso es evidente, espero que puedan canalizar esas ganas en energía, toque, fintas y muchos goles que nos den esos seis puntos que necesitamos para poder estar en Rusia 2018.
¡Vamos H!