No admiro a Elsa Oseguera, pero la comprendo.

Nunca conocí a Elsa Oseguera, la pude ver en televisión un par de veces, la vi en persona cuando vino a RadioHouse a brindar una entrevista; nunca he cruzado palabra con ella. La opinión es basada en los videos que está haciendo ahora que vive en Estados Unidos.

Miré el video que subió ayer a sus redes sociales “cantando” tirándole a todos los que en su momento se opusieron a que ella tuviera una carrera dentro del canal HCH. Se lleva de encuentro a todo el mundo.

Sin embargo, no deja de tener razón. ¿Por qué? Cada vez que hacemos una nota de ella en RadioHouse, la tormenta de comentarios negativos, insultos y las palabras más vulgares jamás leídas se hacen presente.

No admiro a Elsa, pero si la comprendo. Hace poco inicié un programa de radio con Danilo Turcios y Georgina Hernández, pusimos como meta alcanzar 100 mil vistas en una foto en un periodo de 30 días. ¡Lo conseguimos! Pero, me he tenido que ver en la necesidad de borrar comentarios hacia cada uno de nosotros; comentarios que dan pena, demuestran la bajeza, la envidia y la mala leche que tienen los hondureños en general por el que intenta salir adelante y buscar hacer algo que nos haga felices y a la vez nos genere ingresos.

Precisamente es lo que hace Elsa Oseguera, se aferra a sus mejores armas. El no tener pelos en la lengua, el hecho de tener un cuerpo operado y que muchísimas mujeres le demuestran cuanto lo envidian, el valor que tiene para decir y hacer las cosas, el miedo no lo conoce, en valor posiblemente nos gane a un montón.

Y algo para resaltar, se cree la mejor del mundo. Cosa que todos deberíamos hacer, quizá la actitud de derrota, de perdedor y de envidioso – egoísta desaparecería de este país. Creérselas todas para lograr las metas sin llevarse de encuentro a nadie.

He visto como personas que se autoproclaman “influencers” cuando hacen un “live” en redes sociales los ven 15 personas, esta muchacha de Elsa hace uno y tiene 20 mil.

Mensajito: La publicidad sea o buena o mala no deja de ser publicidad. En un país como los Estados Unidos hacer un video viral con determinada cantidad de reproducciones ya genera ingresos para la persona que haga cualquier cosa que llame la atención.

En este caso, la Elsa les comió el mandado a todos. A ver si vamos aprendiendo a respetar a los demás, sea lo que sea que hagan.