Me da mucha lástima que el Profesor Jorge Luis Pinto se vea involucrado en escándalos alejados del fútbol. Porque eso es lo que debería interesarnos, la vida de Pinto como director técnico de la Selección Nacional de Honduras.
Considero una bajeza del tal “Pipo” haberlo filmado, sacando provecho y ventaja sobre la situación que es probable el mismo haya provocado.
Sin embargo, no justifica la violencia y la rabia con la cual el señor Pinto actuó. Los golpes no resuelven nada, no llevan a nada constructivo, más que a un mar de enojos, resentimientos y cóleras que se llevan adentro el resto de la vida. Nada, absolutamente nada justifica la violencia contra una mujer, sea quien sea y por la razón que sea.
Volviendo al tema fútbol, el carácter que tiene José Luis Pinto quedó retratado en video que jamás tuvo que haber visto la luz pública. El respeto hacia una persona debe ser prioridad.
Hoy Honduras no necesita que el director técnico esté peleado con medio país, no se le puede señalar con el dedo.
Honduras necesita que todos empujemos la carreta y ver si por esas de la vida, destellos de buen fútbol podemos estar en Rusia 2018.
Ese es el Jorge Luis Pinto que debe preocuparnos y el que debe poner las “barbas en remojo” para llamar a los que deben estar en los juegos que ya se vienen en 20 días. Contra Trinidad y Tobago de visita y contra los Estados Unidos en el Olímpico de San Pedro Sula.
