Bochornosos actos se dieron la mañana del lunes en las instalaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras cuando varios “guardias de seguridad” ingresaron al interior de la casa de estudios a desalojar a los estudiantes que mantenían tomado un edificio.
¡Lo que provocó un caos que hasta sangre hubo!
Soy de los que, como egresado de la Autónoma, no estoy de acuerdo con las protestas del MEU, pero lo que pasó no tienen nombre, o bueno, sí la tiene: se llama estupidez.
Era totalmente innecesario que estos tipos (con cadenas y bates, como vulgares delincuentes), fueran a revolver el avispero.
Quien tuvo la semejante “IDEOTA” de ordenar esto, es la persona menos pensante de este universo.
Es casi un secreto a voces que estos tipos no eran los más adecuados para mandar a “mantener la paz” como afirmaba un comunicado de la Universidad y según versiones de Derechos Humanos, son guardias de seguridad que trabajan en bares y discotecas de la capital.
¡O sea!
Es decir, las mentes “más brillantes” de este país -las que dirigen la universidad-, no tienen una forma más inteligente para resolver estos conflictos que mandar a garrotear a los estudiantes que están en pleito -que tampoco son santos y muchos de ellos son vándalos-; demostrando que por todos lados estamos jodidos como país.
Y como para hacer el acto más bochornoso, los gorilas estos se fueron con la cara tapada.
¡Qué cosas! En el pasado, las mismas autoridades de la Universidad decían que “solo los delincuentes se tapan la cara”…
¿Y ahora qué dirán?