Desde el 2014 el mono “Naruto” ha sido noticia en varios portales internacionales de prensa, ya que su fotografía (Selfie) ha generado una curiosa batalla legal por los derechos de autor.
Aquí les explicamos exactamente lo que sucedió:
El simpático simio robó la cámara del experimentado fotógrafo David Slater, esto en una de sus expediciones (2011).
El mono “Naruto” apuntó a su propio rostro, se vio reflejado en la lente y disparó reiteradas veces. Posteriormente Slater recuperó su cámara y observó que el animal se había sacado una selfie perfecta.
Las fotografías fueron publicadas en un libro llamado Wildlife Personalities, de la empresa Blurb. Como resultaba lógico, el crédito por las fotos se lo llevó Slater, y es ahí donde comienza el problema.
La ONG Personas para el Trato Ético a los Animales (PETA, por sus siglas en inglés), demandó a la compañía y al fotógrafo porque considera que los derechos de autor le pertenecen a “Naruto” y no a Slater.
El miércoles pasado, una corte de apelaciones de San Francisco escuchó durante 45 minutos los argumentos de ambos lados, luego de que una primera instancia (2016) diera un veredicto favorable al reportero británico.
Para Slater, los derechos debían ser explotados por Blurb porque las imágenes fueron obtenidas por ellos. En cambio, el abogado de PETA indicó que el mono estaba acostumbrado al uso de cámaras y que al ver su reflejo en la lente decidió tomar las fotos.
El tema ha generado mucho de qué hablar. Por una parte los jueces creen que “cuidar genuinamente del animal” no es suficiente para establecer una relación de “próximo amigo”, la cual se requiere para representar al mono en la corte, así que parece que el simio lleva todas las de perder.
Asimismo la abogada de Blurb, Angela Dunning, fue más allá: “¿Dónde termina esto? Si un mono puede demandar por una supuesta infracción de derecho de autor, ¿qué más puede hacer un mono?”.
Todavía no se estableció una fecha para dictar sentencia.
¿Qué opinan ustedes; quién debe quedarse con los derechos de autor?