Es simplemente lamentable el pobre desempeño que ha tenido la selección de Honduras al mando de Jorge Luis Pinto. Parecemos disco rayado repitiendo lo mismo en cada juego, pero es la cruda verdad.
No se trata de dejar de lado el patriotismo, de dejar de amar un país, de sentirse orgulloso por una bandera o de ser malos aficionados; simple y sencillamente se critica cuando algo no anda bien, cuando hay falencias en todos los sectores del campo, excepto en la portería porque “Buba” López nos ha salvado de varios goles claros en esta Copa Oro.
Anhelo, deseo con todas mis fuerzas que la “H” esté en la Copa del Mundo, que juegue bonito y hagan tantos goles como se los hizo Chile a México, Alemania a Brasil o en su momento la misma Honduras a Canadá. Somos capaces, pero creo que aún no creen ni en ellos mismos.
Honduras en los últimos 11 partidos solo le ganó a Nicaragua en juego de preparación.
Jugó cuatro amistosos, tres de eliminatoria mundialista y tres de Copa Oro. Ganó uno, empató cinco juegos y perdió otros cinco. Números aterradores para tener un entrenador con una hoja de vida envidiable. (Esto sin contar el triunfo que nos dio Concacaf por la alineación indebida de Florent Malouda en el juego ante Guayana Francesa; el partido terminó empatado sobre el campo).
Para ponerle la cereza al pastel, hace 4 juegos oficiales que no hacemos gol.
¿Da pánico, no?