En ocasiones la verdad es dura, difícil de aceptar y dolorosa, tal y como sucede actualmente con nuestra amada Selección Nacional, pues tenemos que ser realistas… ¡Andamos por la patada!
El proceso comandado por el colombiano Jorge Luis Pinto no ha sido lo que todos nos imaginábamos cuando llegó al país, esto después de su histórica participación con Costa Rica en el Mundial de Brasil 2014, llenándonos de ilusión con algo grande en nuestro futuro.
Lamentablemente las cosas no han salido nada bien, a excepción de la Copa Centroamericana 2017 y el recordado cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, donde el estratega cafetero encontró un respiro en su trabajo.
Sin embargo nadie puede ocultar el entorno en cuanto a resultados obtenidos y en cuanto al principal objetivo, el cual es clasificar al Mundial de Rusia 2018, mismo que de momento se ve más lejos que nunca.
Hemos tenido paciencia, Pinto es el entrenador que más tiempo ha trabajado con la selección en los últimos procesos y a pesar de ello no hay respuesta, algo que quedó demostrado este martes con el penoso empate ante Guayana Francesa en al Copa Oro 2017.
- Entonces…
¿Qué sucede?
¿Quiénes son los culpables?
¿Director técnico o jugadores?
Bueno, algunos señalan totalmente a Pinto por las acciones que ha tomado a lo largo del proceso, sin embargo otros lo libran de responsabilidad, señalando directamente a los futbolistas.
No sé qué opinan ustedes, pero yo soy de la percepción de que el fútbol es un deporte de conjunto, y así como cuando se gana, ganan todos, pues también cuando se pierde, pierden todos.
Por una parte el técnico colombiano no ha sabido manejar ciertas situaciones, generando conflictos con algunos futbolistas y de esta manera reduciendo su plantel, además de cerrarse y “morirse con la suya”, mostrando un claro favoritismo con los que él considera sus pupilos.
Por otro lado no podemos librar de culpa a los jugadores; primero, los que no están han demostrado que no están dispuestos a partirse el “lomo” por la Selección, y segundo, los que están simplemente no pueden, hacen todo lo que tienen a su alcance pero no pueden llegar a su máximo rendimiento.
Elis y Quioto fallando jugadas claras, Bryan Acosta y Carlos Discua sin poder hacer un centro de calidad y entre muchas observaciones más, lo cierto es que en esta crisis todos son y somos responsables, incluso los aficionados que se la han pasado tirando veneno en contra de la Selección.
Créanme, yo como muchos fui creyente del actual proceso; no importó la pésima actuación en la Copa Oro 2015, los malos resultados en la Eliminatoria y el mal juego de la “H” en casi todos sus partidos, sin embargo parece que hoy todo está perdido.
Ojalá y me equivoque, que Pinto y sus futbolistas me cierren la boca y que consigan cosas importantes para nuestro fútbol… ¡Es algo que todos anhelamos! Pero después de tanto parece que este barco no tiene salvación.
En fin, soñar no cuesta nada, así que como aficionado seguiré apoyando a la Bicolor en las buenas y en las malas, esperanzado en conseguir buenos resultados en el futuro.