La importante cadena televisiva Univisión ha destacado la participación del hondureño Alberth Elis en la Copa Oro 2017, algo que definitivamente nos llena de orgullo.
De esta manera queda claro que el catracho está haciendo bien su trabajo en la MLS con el Houston Dynamo, además de tener una proyección tremenda como futbolista. A continuación compartimos el reportaje íntegro:
Pese a su calidad y recorrido, el hondureño Alberth Elis tiene apenas 21 años. Los consejos de futbolistas con más experiencia y el apoyo de los hinchas hondureños son dos de sus motivaciones para triunfar en la MLS.
Al finalizar el partido del Houston Dynamo, Alberth Elis sale del camerino vestido completamente de blanco: chaqueta, camisa, pantalón y zapatos. Hasta la sonrisa, todo le brilla. Las cosas han salido a pedir de boca, su equipo ganó y él marcó un gol. Afuera varios hinchas, muchos de ellos niños, lo esperan en busca de un autógrafo o una foto.
Me dicen que trabaje fuerte, que siga igual, que no baje los brazos. Y eso es lo que trato de hacer: estar tranquilo y trabajar fuerte día a día.
Elis no necesita hablar para que su presencia llame la atención. No es solo la pinta impecable que lleva, también es su corte de pelo, totalmente rapado a los costados y con rastas en la parte superior, además de su exuberante físico de seis pies de alto. Al verlo es fácil olvidar que apenas tiene 21 años y que todo apunta a que es el crack que su país ha estado esperando durante años.
Cerca en el tiempo, pero lejos en la memoria, están los días en que Alberth corría detrás de un balón junto a sus amigos en San Juan, comunidad de la costera población de Tela, a 300 kilómetros de Tegucigalpa. Es que todo ha pasado tan rápido para él que los recuerdos se amontonan uno sobre otro. De hecho, es la primera persona nacida en ese lugar en convertirse en futbolista profesional y llegar a la Selección Nacional. A una corta pero exitosa carrera con el Olimpia, donde consiguió tres ligas, una supercopa, una copa y se cansó de hacer goles, le siguió el paso por el Monterrey, donde las cosas no salieron como todos esperaban. Según sus propias palabras, haber llegado a la mitad del torneo y tener que jugar apenas tres días después de aterrizar pesaron en su contra. Eso y la inexperiencia de sus 20 años.
En México Alberth nunca pudo encontrar su forma, pero con la selección de su país el asunto era bien diferente. En Honduras ha sido un fijo desde juveniles, al punto que ya suma un mundial sub 17, otro sub 20 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde su país fue semifinalista. Así, además de figura, Elis pinta para histórico de la selección catracha. Su llegada a la MLS se le dio natural, porque aunque estaba lejos, en una cultura más diferente a la hondureña, en Houston se encontró con tres compatriotas (Quioto, Escalante y ‘Boniek’ García), que sumados a los brasileños Alex y Leonardo y al colombiano Cabezas lo hicieron sentir en casa desde el primer minuto.
En Texas la vida es fácil. El mar está cerca y sus padres viven con él. Llegaron en abril y se quedarán hasta final de temporada. Puede parecer sobreprotector, pero una vez más es fácil olvidar que hasta hace apenas un par de años Alberth era una adolescente y que en el largo camino del fútbol y de la vida ningún consejo sobra. “Primero está mi familia, mis padres siempre me aconsejan. También hablo con Maynor Figueroa y Roger Espinoza, dos históricos de Honduras. Tratamos de tener comunicación telefónica, donde me dicen que trabaje fuerte, que siga igual, que no baje los brazos. Y eso es lo que trato de hacer: estar tranquilo y trabajar fuerte día a día”. El 17 del Houston Dynamo es la joya del fútbol hondureño y todos lo saben, por eso lo cuidan.
Y sí de ídolos se trata, él tiene los suyos. Es imposible nacer en Honduras, ser delantero y no tener a David Suazo como referencia. El atacante que supo hacer goles en Cagliari, Inter y Benfica ha servido para que Elis encuentre el camino, al punto que personalmente le ha dado consejos. De Suazo, Alberth cree que tiene la velocidad y la forma de encarar a los rivales en el uno a uno. Eso y el sobrenombre. Elis es conocido como ‘La Pantera’, mismo apodo que tenía Suazo en sus días como jugador. Y aunque al hombre del Dynamo no le gustó en un principio porque quería hacer una carrera por su cuenta y no con alguien como sombra, terminó acostumbrándose a él y hasta cogiéndole gusto.
Más allá de las fronteras, siempre ha mirado a Europa, a donde no descarta llegar algún día. Samuel Eto’o y Didier Drogba, ambos africanos, ambos letales, siempre estuvieron en su mira. Elis se siente similar a ellos en varios aspectos del juego y sueña con emularlos, no solo marcando goles sino jugando en el Chelsea, por donde los dos pasaron. Al igual que a la hora de definir en el área, tampoco muestra duda cuando dice que le gustaría llegar a Stamford Bridge y hacer historia.
Su realidad inmediata está hoy en Houston, donde responde no solo con goles, sino con gambetas y juego colectivo a la confianza que le ha dado su entrenador, el colombiano Wilmer Cabrera.
Vestido de naranja ha tenido sus mejores momentos y en sus planes no está parar por ahora. “Es motivante ir al estadio y ver banderas de Honduras, o salir a la calle y encontrar hondureños apoyándome y diciéndome que siga poniendo el nombre del país en alto”. Para Elis, la evolución es una constante, y su país y su gente son una motivación para ello.
Y aunque tiene una larga hoja de vida de la cual puede presumir, la Copa de Oro es una asignatura pendiente. No solo para Honduras, que solo la ha ganado en una ocasión, cuando tenía otro nombre y otro formato (en 1981), sino para Elis, que no la ha disputado siquiera. Ese y el mundial de fútbol de mayores son los únicos torneos grandes de selecciones que le faltan por jugar. Cuando le preguntan cuál de los dos prefiere, Alberth titubea, solo tiene claro que quiere ganar esta Copa de Oro que empieza en julio y también sueña con estar con la H en Rusia 2018. Elis lo quiere todo. Con esa zancada y esa forma desenfadada para jugar, nada parece imposible.