Los 80´s: cuando jugábamos potras sin temor más que a las “enchiladas”

Por EDWIN CERRATO

Puedo presumir que soy de la generación de los 80’s, en la que nos conformábamos con poco. Con jugar potra toda la tarde y regresar a casa todo lleno de polvo o lodo y con tantas “enchiladas” como los cinco minutos de carne y hueso permitieran.

Fui de esa generación que amaba escuchar música en cassettes, sentarse en las aceras de las colonias a platicar, y cuando lo peor que te podía pasar, era que te encontraras a un perro rabioso, o al adicto a la marihuana que se quedaba perdido en el tiempo y en la calle.

Viví de manera fenomenal esa epoca de los 80’s con artistas como Cindy Lauper, Whitney Houston, Madonna, Michael Jackson, Bruce Springteen, Génesis, Tear for Fears, The Police y otros, que nos regalaban música, arreglos, letras convertidas en poemas, y ritmos diversos, muy lejanos del ruido ese llamado hoy reguetón.

Jamás olvidaré las tardes frente a las maquinitas jugando a Pac Man o Mario Bros, cuando el valor del dólar era dos por uno y el par de tenis de moda eran los All Star blancos.

Imposible olvidar cuando los desfiles del 15 de septiembre y las gimnasiadas eran las máximas fiestas de la juventud estudiantil. Desfilabas el 15 por el honor de buscar el primer lugar, participabas en la gimnasiada por el admirable anhelo de ser el mejor.

Nunca volverán esos tiempos en los que las fiestas se movían al ritmo del rock, merengue, salsa, baladas, reggae, rock en español, disco y más.

Extraño mis tiempos de DJ, con música para todos los gustos. Y qué decir de los años del Heavy Metal Glam, con Deff Leppard, Poison, Cindirella, Motley Crue, Guns and Rosses, L.A. Guns, Winger, Scorpions, Warrant, Skidrow, Journey, Lita Ford, Bon Jovi y otros.

Inolvidables esos tiempos en los que podías asistir al estadio sin temor a que te mataran como sucede hoy en día. Antes, el gran temor era a la bolsa de orines que volaba por las graderías, y marcaba todo a su alrededor.

De esos días recuerdo mi predilección por el color Azul de un equipo que no ganaba nada, pero lo peleaba todo, el Motagua; así como mi amor a primera vista por el Real Madrid, los Cardenales de San Luis y muchos años después con los Chicago Bulls.
De esas pasiones solo permanecen ya la del Merengue y el pajarito de San Luis.

Se extrañan esas largas jornadas en autobús, sin temor a la muerte o a los asaltos, y esas caminatas por cualquier parte de la ciudad sin el sentimiento de ansiedad que hoy lleva cada poblador.

Les copié esta imagen a Fede Ramos, porque por un momentito, por unos breves segundos, sentí que esa fue una de las mejores épocas de mi vida y la podría tildar sin lugar a dudas como la felicidad plena. En ese breve espacio de tiempo me identifiqué con el chiquitín del balón…

edwin

Ilustración: FEDE RAMOS