Anoche sucedió una tragedia terrible en La Ceiba en los juegos mecánicos. Una silla se vino abajo y un menor de 14 años falleció. ¿Qué culpa tiene la familia? ¡Ninguna! Porque confían en que las personas que armaron estás máquinas son responsables y se encargan que todo marche de la mejor manera.
José Antonio Hernández se llama el menor.
Es lamentable ver cómo esos juegos mecánicos están en condiciones deplorables, con armazones que son más viejas que la Estatua de Morazán en el Parque Central.
Las autoridades deben poner mano dura sobre estas empresas que tienen este tipo de diversión para que no sigan las tragedias.
¡Bola de irresponsables!