Luis Zelaya: entre sus caprichos y el chisme

Por RAMÓN LÓPEZ PASTOR

 

Luis Zelaya apenas gatea como político, pero el fantasea con que ya vuela y que tiene más méritos que Salvador Nasralla, Mel Zelaya o doña Xiomara para ser el candidato de la Alianza de la Oposición.

¡Haga fila, don Luis!

Ha quedado demostrado que su ambición es mayor que los intereses de país.

Nadie pone en duda que el ex rector de Unitec le ha devuelto cierto prestigio al Partido Liberal, y, por qué decirlo, alguna esperanza de revivir las viejas glorias. Pero de eso a que él deba ser el candidato de la Alianza, nos dice que anda perdido.

Luis Zelaya, como candidato del Partido Liberal, NO tiene ninguna posibilidad de ganar la presidencia de la República. Él, que es un hombre inteligente, lo sabe. Si cree que habrá milagro, pues está muy equivocado.

Lo correcto era que él aceptara integrarse a la Alianza sin poner condiciones, y menos esa de que él debía ser el candidato y no Nasralla, Mel o doña Xiomara.

Esto, a mí parecer, retrata su ambición. Claro que tiene derecho a aspirar, pero en las actuales circunstancias, sólo un bloque integrado por el PAC (Nasralla es el PAC, y no aquella señora Alvarenga), Libre, Pinu, Partido Liberal y los indecisos, pueden frenar las pretensiones de reelección de Juan Orlando Hernández.

Por si fuera poco, Luis Zelaya ha demostrado que no es un político confiable, pues se ha dedicado a revelar los detalles de conversaciones privadas que sostuvo con los principales líderes de la Alianza de la Oposición.

Es como decir: “No me dan lo que quiero, pues entonces los chismeo”.

“En noviembre me reuní con Salvador y me dijo que jamás haría una alianza con Libre”, dijo don Luis, en una actitud de novia despechada.

Y luego: “Salvador me dijo que él sería el candidato de la Alianza de la Oposición”.

Los dirigentes liberales le hicieron una daño enorme al país en 2009. Parece que no aprendieron la lección y que ocho años después (sin balazos y sin presidentes en pijama), se repetirá la historia.