Reducir la edad punible esconde perversos propósitos político electoreros

Por OMAR MENJÍVAR/ABOGADO Y EX FISCAL

 

El otro día me encontré con un chavo que cuando yo era fiscal, él era menor de edad y me tocó denunciarlo en el Juzgado de la Niñez, por la “infracción penal” de robo.

El juzgado, por petición mía como fiscal, lo mandó a internamiento (preso).

Ahora que me lo encontré ya es adulto y resulta que me reconoció y me saludó amenamente como si fuésemos viejos amigos. Yo, que al principio no lo recordaba, como para seguirle la onda, le pregunté:

-¿Y qué tal estás?

-Pues aquí, jodido, con un dolor vascular perro.

-Mirá, yo he oído que eso se debe a la presión sobre las paredes de los vasos sanguíneos, por el volumen o por obstrucciones a la circulación de la sangre, o algo así.

-¡No, no! ¡No es por eso, abogado!… Ja, ja, ja… Lo que pasa es que ayer intenté robar en una pulpería y la cagada fue que el dueño me descubrió y me lanzó una báscula que me estrelló en el lomo. Ay, ando el semejante cerotazo que me clavó y me duele un güevo. ¡Viera!

-Imaginate… ¡Componete hombe!

-Nadie me quiere dar chamba abogado y mi familia ni me recibe en la casa.

 

*A propósito: no es cierto que a los niños de doce y hasta los 18 años menos un día no los sanciona la ley cuando cometen alguna acción considerada como delito en el Código Penal u otra ley penal.

¡Claro que sí! El Ministerio Público (Fiscalía) está obligado a denunciar esos hechos y al niño ante el Juzgado de la Niñez y éste lo envía hasta por ocho años a una cárcel (eufemísticamente llamada “centro de internamiento para menores”), cuya administración es responsabilidad exclusiva del Estado, pero que evidentemente no cumple, ni siquiera en lo mínimo relativo a la seguridad de dichos centros y mucho menos en lo referente a programas de rehabilitación de los niños y adolescentes ahí recluidos.

Eso, definitivamente, es irresponsabilidad clara del Estado. ¡Que cumpla sus obligaciones y no las evada con cortinas de humo que solo esconden perversos propósitos político electoreros!