Doña Miriam es madre de un solo hijo, a quien crió con la venta de chicles, confites y cigarros en la Plaza Central de “Tegus”.
Pero lo que la hizo conocida es que siempre anda acompañada de sus dos hermosos “hijas” -como ella los llama-: Negra y Pantera.
“Yo vivo en el barrio Buenos Aires y todos los días salgo oscuro a vender, pero eso sí, ellos dos siempre se vienen conmigo a cuidarme, andan de un lado para el otro conmigo”, cuenta.
Doña Miriam, que ya está próxima a llegar a los 68 años, y que a pesar que únicamente llegó hasta el sexto grado, dice ser muy feliz que sus “hijas” del alma la acompañen a todos lados, puesto que desde que se los regaló un cuñado fue amor a primera vista.
“Como ven, soy una mujer luchadora, no tengo dinero, me gano la vida vendiendo mis chicles y con eso voy saliendo mes a mes, pero eso sí, el dinerito para la librita de comida de perro siempre lo aparto para comprarles a ellas dos”.
“Mi hijo Marvin trabaja en una recicladora, él me ha cuidado mucho, es muy buen hijo, pero mis dos perras también lo son, ellas van donde yo voy sea cerca o lejos siempre andan conmigo para donde sea”, afirma con mucha emoción.
Quien después de regalarnos unos minutos de sus valioso tiempo tuvo que seguir con su trabajo y seguir vendiendo “Chicles, confites, cigarros, tridentsssss”, pero siempre acompañada de sus “hijas”.
Galería de foto: Alexis Hernández