Señores y señoras, niños y niñas… ¡Todavía hay gente de buen corazón!
A continuación les contaré una historia que como hondureños nos debe llenar de ilusión, dejando de lado las malas noticias que día a día se adueñan de los medios de comunicación, algo que es lamentable y triste pero la cruda realidad del país.
Todo es cuestión de ver la tierra que amamos con otros ojos, tal y como lo ha hecho Yimi Alvarado, estudiante de Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), quién participó en un popular concurso llamado #PizzaHutLover en busca del premio mayor… ¡Un año de pizza gratis!
Lamentablemente para sus deseos Yimi no logró quedarse con el primer lugar, es mas, ni siquiera entró en el podio de los ganadores, pero estuvo entre los finalistas, y por eso el conocido restaurante le brindó un pequeño premio de consolación, más o menos valorado en algunas 80 pizzas de 100 Lempiras cada una.
¿Qué harían ustedes con tantas pizzas?
Estoy seguro que muchos seríamos un tanto egoístas, compartiríamos una que otra pero la mayoría la usaríamos para ver fútbol o algo por el estilo. Lo importante y lo destacado de este caso es que Yimi Alvarado tomó otra decisión.
El catracho se tocó el corazón y junto a un grupo de amigos decidió ir al Centro de Tegucigalpa, donde llegó con toda la intensión de regalar pizza a los más necesitados.
Las imágenes hablan por sí solas…
Sin duda alguna una acción digna de imitar, pues Yimi no es alguien a quien le sobre el dinero ni nada por el estilo, es un catracho luchador que simplemente miró una oportunidad para ayudar, así que no la desaprovechó.
“Mucha gente pensará que regalar un pedazo de pizza es algo mínimo, algo poco, pero después de ver las caras de las personas al recibir comida es algo que vale mucho, ellos lo aprecian y nosotros nos sentimos bien con ello (…) Si Dios te da la oportunidad hay que pensar en los más necesitados antes que en vos mismo”, mencionó este noble hondureño.
Yimi no anduvo solo, juntó a un grupo de amigos (La mayoría perteneciente al movimiento llamado Somos Periodismo) y emprendió su admirable caminata bajo el ardiente sol de la capital, todo con la intención de generar sonrisas en las personas con escasos recursos económicos.
“¡Qué Dios los bendiga!”, “¡Gracias por este regalo!”, y muchas palabras más llenaron el corazón de este grupo de hondureños, quienes no repartieron las 80 pizzas, ya que tienen pensado seguir haciendo actividades, entre ellas visitar un orfanato o un asilo de ancianos.
De parte de todo el país… ¡Gracias, Yimi! Honduras necesita de más personas como vos y como tus amigos.