¡No podemos dejar morir a Jorge Montenegro!

He leído tantos comentarios negativos sobre la decisión del Congreso Nacional para ayudar a Jorge Montenegro en su lucha contra el cáncer que simplemente quedo con la boca abierta y de verdad me pregunto. ¿Creen en Dios? ¿En qué parte de esos cuerpos vive? ¡Lamentable!

Para hacer memoria sobre la situación que vive Jorge Montenegro en este momento:

El 15 de octubre de 2016 el señor Montenegro ingresó de emergencia donde se le detectó una trombosis en las venas. Tras varios estudios se descubrió que uno de sus riñones no funcionaba y un tumor que los médicos no se explican cómo se alojó ahí.

En diciembre don Jorge pasó por una dura cirugía donde se le removió el riñón y el tumor. Los médicos concluyeron que había más quistes cancerosos, el 1 de febrero de este año inició con quimioterapias. Son 12 sesiones.

El día domingo pude hablar con Don Jorge y se encuentra optimista, lleno de energía positiva y confiando en Dios que todo saldrá bien.

No podemos dejar morir a Jorge Montenegro porque es un hombre que con su intelecto pudo crear las historias de horror más fascinantes que hay en Honduras, solo comparadas con el Folklores de Fernando P. Cevallos (libro que muy pocos conocen). Sus historias del “Jinete sin Cabeza”, “El Duende”, “La Llorona”…

Hay una historia en particular que me ponía de correr. El señor tocaba la puerta de una casa en el bosque y cuando le abrían le preguntaban los que vivían en la casa si no le daba miedo caminar sólo en el bosque a lo que el señor respondía: “cuando estaba vivo sí”. Son las 10:33 PM y tengo miedo solo de recordar esos relatos de Don Jorge.

Al Congreso Nacional no se le puede criticar la voluntad que tienen de ayudar a un baluarte en Honduras. A parte, me parece que 200 mil Lempiras no vale todo el trabajo que hizo a lo largo de 50 años.

Montenegro es una de las mentes brillantes más importantes de la radiodifusión nacional. A parte es un ser humano que lo ha dado todo a la niñez y a la juventud enseñándonos historia, identidad nacional, folklore con su propia voz. Como el abuelo les cuenta los cuentos a sus nietos.

¡Don Jorge, gracias por “Cuentos y Leyendas de Honduras”!

¡Usted ya es inmortal!