No importa si es a los 18 o a los 14…¡Al final son ellos los más afectados!

¿Te imaginas ver a tu hijo/hija de 14 o 16 años presos en la cárcel de Támara?

¡Uff que tema más complicado este! Las cosas en Honduras no andan bien en el tema de seguridad, algo que es más que evidente, y mi comentario no va enmarcado a que si es culpa o no de un gobierno cachureco o liberar, es simplemente una realidad.

Aun así, el presidente Juan Orlando Hernández tocó este lunes un tema de esos sensitivos, como queriendo avisar que este será el próximo gran debate nacional en cuestiones de seguridad.

“Bajar la edad punible en Honduras a 16 o 14 año”

¿Qué quiere decir esto? pues que si un menor de edad comete un delito, ya sea robo, asesinato, extorsión, tráfico o consumo de drogas, será visto ante la justicia como si fuera un hombre o mujer de 30 o 40 años.

¿Correcto o incorrecto?

Pues realmente no lo sé, pero te voy a dar todos los puntos de vista o insumos que manejo para que te formes una idea.

Es una REALIDAD, que un niño de 10 años no decide de buenas a primeras convertirse en un despreciable delincuente, no es que un día se dice a sí mismo “Ah, ya no quiero jugar pelota, mejor me voy a buscar a quien jod.. la vida”… ¡NO!

Un niño no te va a conocer lo podrido de la sociedad si un adulto no se la muestra y lo induce a ella.  Siempre existe un adulto que influye en el futuro de ese niño criminal.

Muchas veces nos inflamos el pecho criticando y despotricando contra los cipotes, pero pocas veces conocemos el contexto de su vida.

La gran mayoría de estos güiros vienen de familia de extrema pobreza, de barrios en donde el “héroe local” es el líder de la mara.

Estos jóvenes vienen de familias desintegradas, pero no de esas donde los papás simplemente se divorcian, bueno fuera,son  de esas familias donde ni a la “mamá” ni al “papá” le importan un carajo.

Su papá es de la mara, es drogo, bolo, mujeriego, está preso o lo mataron, mientras que a la mamá le importa más buscarse un nuevo novio o enfiestada.  Por lo que el único hogar de ese cipote son las calles.

Claro está que muchos padres si hicieron bien las cosas pero fueron más fuertes las malas influencias que rodean al niño.

Ponete en esta situación, vos vivís en la calle, tenés semanas sin comer, en tu casa te muelen a golpes, a los 16 años pocos te dan trabajo por lo que te toca dormir muchas veces en las calles.

De la nada viene alguien que te ofrece un buen pedazo de pollo si le haces un “trabajito”, te ofrecen ropa, comida, una cama, zapatos, dinero…. ¿Qué harías?

Bueno, es lo que está sucediendo en nuestro país, las maras y bandas criminales están reclutando a esos cipotes para hacer sus “trabajitos” porque saben que si los atrapan no pueden proceder contra ellos y son estos cipotes los futuros líderes de pandillas, sádicos, sanguinarios y despiadados.

¿Cuál es la solución, juzgarlos como adultos?

Suena la solución perfecta, pero, ¿qué tipo de vida le espera a un niño de 14 0 16 años en una cárcel rodeado de delincuentes adultos? En un país donde la palabra rehabilitación no llega pero ni a la R…obviamente nada bueno.

¿Qué instituciones velan por la niñez en Honduras? ninguna, y las que sí, la mayoría son ONG pero no son suficientes, si ni siquiera a nosotros mismo nos importa ¿crees que hay alguna diferencia para los gobernantes?

La niñez es el principal deber de todo Estado, y nuestros cipotes hace mucho tiempo que están en el olvido, y ahora deberán pagar por nuestras pendejadas de país… no tienen opción.

¿Se les debe juzgar como adultos?… ¡rayos!, aun no lo sé, no hay un camino bueno y otro malo, ninguno es una solución.

Es echarte perfume después de días sin bañarte para matar el mal olor.

Se baje o no la edad punible, nuestra niñez, “El Futuro de Honduras” está condenada a la perdición.