Por Ramón López P.
A don Luis Zelaya se le salió la saya. Vaya, me salió en verso.
El candidato liberal no tiene remotamente la popularidad ni el carisma de Salvador Nasralla y de Mel Zelaya, pero pretende, casi nada, ser el máximo líder de la Alianza de la Oposición.
¡Haga fila, don Luis!
La ambición les juega una mala pasada a los liberales. Creen que con pedir tibiamente perdón por el golpe de Estado de 2009 ya se arregló el asunto.
Con esta actitud, Luis Zelaya demuestra que es un político más cegado por el deseo del poder.
Si realmente quiere a Honduras y, especialmente, ponerle freno a JOH, debe hacer todo lo posible para que el Partido Liberal se integre a la Alianza bajo la candidatura de Salvador Nasralla.
Ni Mel ni doña Xiomara ni Luis Zelaya despiertan el entusiasmo que el líder del PAC provoca en cientos de miles de hondureños cansados del saqueo que sufre el país (caso Seguro Social), y de aquellos que no quieren dar cuentas del dinero que pagamos en impuestos (Tasa de Seguridad) y hasta nos cobran por usar nuestras propias carreteras (el peaje).
Don Luis pretenden engañarnos, se nos presenta como una mansa oveja, pero se le sale el lobo que lleva adentro con frases como “Podemos negociar con la Alianza opositora siempre y cuando el Partido Liberal la lidere” y “Y estoy dispuesto a liderar la Alianza por Honduras”.
¡Cómo no con, querés petate y querés colchón!
Usted no puede poner condiciones sólo porque les ganó a un par de candidatos aburridos del Partido Liberal.
Con sus palabras, usted le acaba de dar una puñalada a las posibilidades de triunfo de la Alianza Opositora.
¿No se da cuenta que usted jamás podrá derrotar solo a JOH?
El Partido Liberal le hizo un tremendo daño a Honduras en 2009. Ojalá que no vuelva a cometer el mismo error en 2017.
Pero la última la tiene don Luis Zelaya.
