Sí es posible una alianza política entre el Partido Nacional, la Democracia Cristiana y el Frente Amplio (antes Frente Amplio Político Electoral en Resistencia, Faper).
Al menos eso es lo que dice Lucas Aguilera, dirigente demócrata cristiano.
La pregunta es: ¿Será necesaria?
No podemos negar de todo el poder de movilización que tienen actualmente los Cachurecos, ya sea una convocatoria voluntaria y partidaria, o también forzada, pues es claro que muchos jóvenes y adultos que trabajan en el gobierno deben “contribuir al partido” y asegurar su puesto.
Por eso mismo, es mi opinión, es que una supuesta alianza política con la Democracia Cristiana, y el Movimiento Solidario (Vamos) es casi innecesaria para el Partido Nacional.
No sería una verdadera “Alianza”, ya que obviamente todo el poder se centraría en el nacionalismo, por obvias razones.
Si esto se llega a concretar sería casi solo por igualar el tema mediático con la “Alianza de Oposición” que desde ya meses está conformada.
Sería, desde mi punto de vista, muestras de preocupación por parte del partido de gobierno.
De las dos alianzas, si llega a pasar, la más fuerte sería la de oposición, ya que son partidos que se necesitan entre sí para alcanzar el poder actualmente, por lo que su unión se vuelve más solida y necesaria.
Por su parte, el Partido Nacional no necesita a ningún otro partido para mantener el poder, muchos menos partidos que no le aportan un número significante de votantes o simpatizantes, por lo que su alianza sería débil e innecesaria y únicamente mediática.
Pero todo parece indicar que los tres o cuatro militantes de la Democracia Cristiana y del Frente Amplio se unirán al Partido Nacional por unas pocas migajas de poder.
