Por: Ónice Figueroa, Presidenta de Sociedad Animalista de Honduras.
¿POR QUÉ AMAMOS UNOS Y NOS COMEMOS OTROS?
¿Cómo podría alguien comerse a un perro o a un gato? ¿Es que no ven sus miradas?, ¿no saben que tras ellas hay alguien a quien querer y que nos quiere?.
Hasta aquí todo normal. Lo tenemos claro: nuestros perros y gatos son nuestra familia y les queremos. Ellos no son comida: son nuestros amigos.
Pero… ¿sabías que está comprobado que los cerdos son más inteligentes que los perros?. Las vacas pasan días enteros mugiendo cuando las separan de sus hijos ¡si, sus hijos!. Los pollitos se comunican con sus madres gallinas aún antes de salir del huevo.
¿Acaso no hay ALGUIEN detrás de sus miradas? ¿Acaso ellos no merecen ser incluidos dentro de nuestro círculo de compasión?
¿si vivieran con nosotros, acaso los comeríamos? ¿en realidad necesitamos alimentarnos a costillas de la vida de otro animal?
Necesitamos activar nuestra compasión hacia los animales de granja porque detrás de cada uno de ellos, al igual que nosotros, hay un sentido de supervivencia que se aferra a la vida.
Por todo esto es de suma importancia que todos los que deseamos hacer algo por los derechos de los animales tomemos el reto de llevar un estilo de vida vegetariano.
PORQUE TODOS LOS ANIMALES IMPORTAN.