Mientras navegaba en el mundo de Facebook alguien le dio “like” a una publicación que decía: “Pastor evangélico asegura que Dios le dijo que Mel Zelaya tiene pacto con el diablo”.
Tuve que entrar al link para leer de qué se trataba. Me encontré con el testimonio del pastor Rafael Ramírez Martínez diciendo de forma literal lo siguiente: “Dios me dijo: Dile a Juan Orlando que volverá a ser presidente; pero yo lo permitiré dice Él, pero si él no me levanta el pago en casa de gobierno dile que saldrá peor que Mel; porque el peor error de este país es que Mel Zelaya vuelva al poder, porque Mel Zelaya está pactado con el diablo…” Luego el tipo menciona su nombre y dice que responde por lo que ha dicho.
Empecemos. El diccionario define religión de la siguiente manera: “Conjunto de creencias religiosas, de normas de comportamiento y de ceremonias de oración o sacrificio que son propias de un determinado grupo humano y con las que el hombre reconoce una relación con la divinidad”.
No comprendo sinceramente cómo personas que dicen ser el guía espiritual de las personas que necesitan paz interior, paz espiritual y creen en un Ser Supremo llámese: Dios, Alá, Yahveh, Jehová, Jesucristo pueden creer, aplaudir y celebrar este tipo de comentarios.
No creo que Dios se manifieste de la manera en la que el pastor Ramírez menciona, es más una comunicación de saber determinar e identificar las señales que la vida presenta.
Dios da entendimiento, sabiduría, fuerza, valor, inteligencia para saber qué camino se debe tomar y poder llevar una vida plena.
Y sobre todo, llegar a Él al final de nuestra vida terrenal.
El “dios” de este pastor parece ser que tiene intereses marcados hablando bien de determinada figura.
Esto ya no es predicar es pedir donaciones a gritos.
Leí también el mensaje que emite el señor Zelaya y no deja de tener razón. El pastor se pasó de la raya.
Y se lleva de encuentro a muchas personas que se olvidaron de creer en el Ser Supremo y empezaron a seguir ciegamente a las personas que tienen el don y facilidad de envolver con la palabra en beneficio propio.
No tengo nada en contra de los Pastores o Sacerdotes, no vale la pena generalizar el tema porque conozco verdaderos servidores de Dios que han sabido llevar una vida dedicada a extender la mano al más necesitado y llenar de paz los corazones hablándoles de Jesús.
Lo que hace el Pastor Ramírez es lamentable.
De ser parte de esa iglesia, me iría corriendo lo más pronto posible, no se debe usar a Dios y hablar de política y en la política no se debe usar a Dios.
Son como el agua y el aceite, jamás deben mezclarse y lo más importante aún, jamás se va a mezclar en una sola solución.
“Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” Marcos 12:17.