Corre el rumor que los juegos frente a Estados Unidos y México serán en Tegucigalpa. ¡Mira vos! Después de ver como el público sampredrano se quedó callado cuando Costa Rica empató el juego del martes pasado y que no hicieron lo necesario para meter la presión que se debe en este tipo de partidos.
Este silencio sepulcral que se vivió en el Morazán no solo fue en esta ocasión, en el Olímpico ya se vivió cuando Estados Unidos, México y Panamá nos vinieron a pintar la cara. El público se quedó helado y no volvió alentar más.
De ser cierto este rumor, no queremos a la H en Tegucigalpa. Tantas veces que pedimos un juego eliminatorio y ahora que se estrellaron fuertísimo en “la casa de la selección” es que quieren venir para acá.
No merecemos las sobras de nadie. El “maravilloso” horario de las tres de la tarde no sirvió para nada, los que terminaron quemados eran los mismos catrachos. Los panameños nos ganaron, a Trinidad costó muchísimo ganar y a los ticos no les hicimos nada, se veían frescos y con ganas de seguir jugando, de hecho de tener unos 5 minutos más en el descuento, nos ganan.
No es justo que cuando más se les quería por aquí, cerraron las puertas a una afición noble y entregada como la capitalina. Es en el Nacional donde Honduras ha logrado grandes hazañas. Y es la única plaza donde la poderosa H de Chelato Uclés salió campeona de Concacaf en la Hexagonal de 1981.
A parte, a Honduras le va mejor en el Nacional que en ambas plazas de San Pedro. Pero igual. La H debería buscar otra localidad para jugar… En Miami o en la luna por ejemplo.
¡Faltaba más!
¡Mal paga el diablo a quien bien le sirve!