Este muchacho, el de la foto, se salvó de morir. Según la denuncia hecha por UNAH ESTUDIANTES en sus redes sociales “La bomba se fragmentó en su cara ya que los policías disparan al cuerpo de los estudiantes. Ya fue atendido y no le lastimó el parpado ni estructuras del ojo”.
“Así es como estos descerebrados gorilas tratan a los estudiantes que protestan, bestias adoctrinadas para asesinar y que se hartan por los impuestos que pagamos los hondureños”, agrega la denuncia.
La protesta en las calles es la única arma que tienen los estudiantes universitarios. Nadie puede quitarles el derecho de manifestarse en contra de los temas que ellos consideran injustos.
Aunque estuviera equivocados en algunas de sus luchas, eso no los convierte en delincuentes. Quemar llantas, tomarse una calle o paralizar la U son actividades normales aquí y en otras partes del mundo.
¿Por qué tanto escándalo?
Las autoridades deben entender eso. También estamos de acuerdo en el derecho de la movilización de los demás, pero quedar atascado en el tráfico de vez en cuando no es para echarse a morir comparado con otros problemas de mayor relevancia que sufrimos los hondureños.
Por e
so hacemos un llamado a la reflexión a todas las partes. A los estudiantes, que se manifiesten pacíficamente, sin lanzar piedras, ni agredir a ciudadanos que van en sus vehículos y que no tienen vela en el entierro; tampoco meterle fuego a los negocios.
Protestas pacíficas. Eso es lo que pedimos.
Y a los policías, por Dios, que no lancen bombas lacrimógenas ni toletazos a diestra y siniestra. No es a mareros que se enfrentan ni a narcos. Es a ESTUDIANTES. Repito: E…S…T…U…D…I…A…N…T…E…S.
Como dice la canción de Los Guaraguao: “Que vivan los estudiantes jardín de nuestra alegría, son aves que no se asustan de animal ni policía; y no le asustan las balas ni el ladrar de la jauría”.
