Las palabras de la esposa del ingeniero agrónomo asesinado la noche del domingo 19 de febrero en la ciudad de San Pedro Sula “¡Maldita ciudad, maldito país en el que vivo!” han calado en mis pensamientos y en los de aquellos que vieron el vídeo de ese momento de desesperación y desgarrador.
Comenzaré aclarando que la idea no es cuestionar en lo absoluto las palabras de la esposa del ingeniero, ya que comprendo en el dolor, decepción y desesperación de esas palabras.
Lo que vale la pena reflexionar: Es que muchas personas más tienen la misma idea de que Honduras, como país, no vale la pena, no tiene salvación o futuro y que… “Es un maldito país”
Pero, ¿es Honduras un “maldito país”?
Vivimos en un país en el que cada día más personas emigran de estas tierras para buscar un futuro mejor, pues somos uno de los países más pobres del mundo y con mayor grado de desigualdad social.
Seis de cada 10 hondureños son pobres, y de esos seis, cuatro viven en extrema pobreza según datos del Banco Mundial.
Sí, es cierto, “No somos el primero, ni el segundo, ni el tercero, ni el cuarto y ni el quinto”, pero igual estamos dentro del “top 10” de los países más violentos del mundo…
¿Es Honduras un “maldito país”?
Varios funcionarios del actual gobierno (como cualquier político de otros partidos que estuviera en el poder) se jactan en los debates televisivos de la violencia, del enorme logro en la disminución del crimen en el país que pasó de 90 a 60 muertes cada cien mil habitantes.
Esto es como si en la cuadra del barrio antes en una masacre mataran 9 y ahora solo matan 6 personas… ¡O sea! Sí hay una reducción en los índices de violencia, pero no es para andarlo presumiendo como logros sobrehumanos.
¿Es Honduras un “Maldito país”?
NO, señores, no vivimos en un país maldito, vivimos en un país con politiqueros de cuarta o quinta categoría, que lo único que buscan es la sed de mantener o quitarle el poder al otro, políticos que con música barata y campañas, estúpidas, pencas y absurdas le faltan el respeto a la inteligencia del catracho.
Vivimos en un país con funcionarios corruptos, sin escrúpulos ni conciencia social, vivimos en un país en el que lo único que nos importa es nuestro bienestar “porque nadie más nos dará de comer”.
No vivimos en un país maldito, vivimos en un país en el que nosotros como ciudadanos vivimos a expensas de que el gobierno quiera solucionarnos todos nuestros problemas mientras nos quedamos “soplándola” en la casa.
Vivimos en un país en el que a sus políticos, TODOS, no les importa que las calles a diario maten a sus ciudadanos, que las pandillas reclutan a sus jóvenes, que sus enfermos mueran por falta de medicamento y que los niños crezcan sin leer.
¿Es Honduras un “maldito país”?
Claro que no señores, Honduras es un país que nos ha quedado grande.
Honduras no está maldito, solo que tiene hijos malvados que no la respetan, no la valoran ni cuidan de sus hermanos.
Está llena de ciudadanos que añoran con vivir en otras tierras, pero que no hace nada por mejorar su patria.
Sépalo.