José Eduardo Martell es uno de los precandidatos más jóvenes que ha tenido el Partido Liberal, abogado de profesión y comerciante. Su movimiento plantea un cambio de los políticos tradicionales por otros que tengan las manos limpias y sin ataduras o compromisos de ningún tipo. Hablamos con él y esto nos contó sobre su campaña, sus propuestas e ideas para cambiar el rumbo del país:
¿A qué se dedica lejos de la escena política?
Soy abogado, doy clases en la Universidad y además tengo un pequeño negocio, un hotel en San Pedro Sula que en este momento está en manos de mis papás, mientras estoy en esta actividad.
¿Por qué quiere ser presidente?
Porque estoy cansado de vivir en un país tan rico en las condiciones en las que nos tienen viviendo. Honduras es maravilloso, he tenido la oportunidad de vivir en otros países y siento que podemos vivir mucho mejor.
He estado en la actividad política durante 20 años desde que mi papá me involucró y me doy cuenta que el Partido Liberal requiere una renovación urgente. Si no lo hacemos en este momento seremos cómplices del fracaso de nuestro país.
¿Qué propone la “Nueva Actitud”?
Un cambio en la forma de hacer, ver y actuar en la política, no podemos seguir siendo manejados de la forma en la que lo han hecho los políticos tradicionales. Propongo un cambio trascendental.
De promesas estamos cansados los hondureños: Más educación, más salud, más trabajo. Ya nadie cree en eso. Necesitamos una clase política no comprometida que no llegue con las manos atadas para poder hacer los cambios que requiere este país.
¿Tiene un plan de gobierno?
Absolutamente. Nosotros hemos definido cinco grandes ejes: La generación de empleos, combate a la inseguridad, apoyo al sector agropecuario que es muy importante en nuestro país, 60 por ciento de la exportación son generados en el campo y 50 por ciento de las placas de trabajo las genera el sector agropecuario.
Una gran reforma educativa para elevar el nivel de educación. Mientras no elevemos la calidad de la educación este país no saldrá adelante. Decía José Martí: “Ser culto para ser libre”.
Por último, un eje transversal; combate a la corrupción. Quince mil millones de Lempiras se van del presupuesto general de la República se van en corrupción anualmente.
¿Cómo va a generar empleo?
Hay que generar grandes reformas. Lo primero que necesitamos es incentivar y generar las condiciones para generar inversión. Eso pasa por acceso al crédito; un crédito barato. La banca comercial presta a un interés demasiado alto y hay que bajar esas tasas.
Una política fiscal amistosa. La DEI o la SAR en este momento ahorca a los pequeños negocios, se lo digo porque lo vivo en carne propia. Necesitamos una política fiscal que reduzca los impuestos y que eso genere actividad.
Formar a nuestra población. Un recurso humano que no es calificado no puede generar riqueza. Hemos planteado dentro de la reforma educativa potenciar el INFOP para que existan talleres de distintos rubros para que tengan posibilidad de autoempleo.
Acompañarlo con la “incubadora de empleos” que el Estado lo acompañe a usted asesorando en administración, contabilidad, marketing para que usted no fracase. De qué sirve que usted saque un préstamo y a los seis meses fracase; se va a quedar con la deuda y sin el negocio.
Combatir la inseguridad. Mientras haya la extorsión que golpea este país es muy difícil que la gente pueda tener un negocio.
¿Cómo piensa detener las muertes violentas?
Tener un plan a largo y corto plazo. A corto plazo es tener un sistema de órganos de seguridad del Estado eficientes. Esto pasa por reforzar la Policía Nacional. Nosotros no podemos pedirle a un policía que por ocho mil Lempiras que recibe al mes arriesgue su vida dejando a sus hijos huérfanos.
Necesitamos elevar la calidad de vida del policía, sacarlo de los barrios marginales donde vive y generar lugares mucho más tranquilos.
Reforzar los órganos operadores de justicia. La Corte Suprema de Justicia tiene que ser elegida de otra manera. No puede repartirse como mangos. Necesitamos tener verdaderos jueces, con valor, implacables al momento de aplicar la justicia.
El fiscal general debe estar al servicio de la sociedad, no porque es amigo del presidente va a estar ahí para que no lo persiga.
Eso por un lado; por otro lado, la política a largo plazo. Hay que generar oportunidades porque 100 mil hondureños se van al año de este país en busca de opciones. Eso es evidente que la sociedad está fracasando.
Por lo tanto la tasa de seguridad que ha recogido más de 10 mil millones de Lempiras tenía ese enfoque. Generar canchas, educación, oportunidades para jóvenes en esparcimiento, apoyo a las artes, pintura. Es parte de lo que tenemos que atacar para esos cinco millones de jóvenes que tenemos en Honduras tengan oportunidades distintas a la que tienen en este momento que es la delincuencia y la pandilla.
¿Está de acuerdo con la depuración policial?
Con una verdadera depuración. No comparto y coincido con lo que hizo el presidente Hernández porque más parece quitarse una piedra en el zapato en su esquema reeleccionista.
Todo mundo sabía lo de la policía. En el 2001 platiqué con Gautama Fonseca, en aquel momento era ministro de seguridad y me dijo: “Todos los operativos que hice con la cúpula policial fracasaron. Los que hice sin ellos, les avisé cinco minutos antes y tuvimos éxito”.
Esto ya lo sabía toda la clase política tradicional, pero como no le interesa a esa clase depurar y combatir el crimen porque muchas veces son parte de esos esquemas de corrupción y de delincuencia no lo han hecho.
Insisto. Elevar el nivel y formación del policía. No se puede obtener resultados positivos dándole un arma y no tiene formación académica. Deben tener formación psicológica, inculcarle valores, formación especial y policial para que tenga todos los instrumentos y acompañarlo con una verdadera aplicación de justicia.
¿Cómo piensa combatir la corrupción?
La corrupción solo se va a poder combatir con una clase política no comprometida. Si yo gano, pero no tengo diputados no voy a poder hacer nada. Si gano y no tengo ese acompañamiento por más esfuerzos que se hagan desde la presidencia la maraña de la corrupción va a entorpecer ese combate.
Necesitamos diputados que no vayan al “tilín-tilín” si no que me acompañen a las reformas para la selección de los magistrados.
Estado de Derecho es aplicación de la ley en igualdad de condiciones para todos los miembros de una sociedad.
Actualmente los magistrados están al servicio de los grupos de poder de este país protegiendo sus parcelas, sus islas de poder. Hay que detener eso y crear la certificación de los jueces con una carrera judicial que se respete. Un Ministerio Público que reciba todo el acompañamiento y toda la certificación.
Votar por Martell es votar por la CICIH. Es lamentable tener que aceptar ayuda extranjera porque es reconocer el fracaso de nuestra institucionalidad. La MACCIH vino a pasear.
¿Qué lo diferencia de los demás candidatos?
Creo en nuestro proyecto, dentro del Partido Liberal es completamente distinto. Estoy aplicando lo que es la renovación auténtica dentro del partido. Pueden verlo en mis candidatos. 99.5 por ciento de renovación a nivel nacional.
No llevo a los mismos que han estado ahí 35 años o los mismos que han sido parte de las estructuras que han cometido los errores que nos tiene donde estamos.
No tenemos compromisos, financiamos nuestra campaña alejados de los fondos que van a condicionar nuestra libertad y nuestra autonomía para actuar.
¿Participando en este proceso no está avalando algo inconstitucional como la reelección?
Nuestra posición es clara y firme, estamos en contra de la reelección. No en contra de la reelección en sí, más bien en contra del mecanismo que se ha utilizado en el mecanismo para aprobar la reelección que es un mecanismo alejado de toda ilegalidad.
Lo que no podemos es quedarnos al margen, probablemente lo que quiere le régimen es que no participemos. Hay que ir a competir, pero tenemos que presentarnos.
Es en estos momentos de crisis donde tenemos que oponernos con mayor firmeza.
¿Qué piensa de la alianza LIBRE – PAC – PINU?
Estamos en un sistema pluripartidista cuatro partidos con fuerza. El PINU que siempre ha tenido representación en el Congreso.
Aquí lo que quiere la gente es que el actual mandatario deje de gobernar. Tenemos que pensar en los intereses de país y no en los intereses particulares. Mi posición es clara, el 13 de marzo si gano las primarias dentro del Partido Liberal me voy a sentar con los partidos de oposición una posible alianza en función de los intereses de Honduras.
No con agendas bajo la mesa, con dobles discursos o con repartición del pastel. Sino, para estudiar mecanismos alternativos para estructurar esa alianza electoral. Si al final se da esa negociación transparente y de cara al pueblo bienvenida sea.
No me opongo frontalmente porque hay que pensar en Honduras. Me uniría a la alianza con condiciones. Siempre y cuando sea por el país.
¿Qué piensa del gallo encarcelado?
Es nuestro país. Hay niños que se mueren de hambre, niños que mueren por una diarrea y el gallo encarcelado es la noticia.
Vivimos en una sociedad donde las noticias que surgen son distintas a lo que debería preocuparnos. Anecdótico.
¿Bader Canahuati?
Caso delicado. Pero no opinaré porque no tengo los elementos de juicio necesario.
¿El aficionado anotador del gol en el clásico?
Me di cuenta que salió hasta en As de España. Puede pasar en cualquier país, lo dramático es que pasó en un clásico con toda la fricción y emoción de ese momento. Debe haber mayores controles. La Liga Nacional debe tener disposición para tomar cartas en el asunto.
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¿Manuel Zelaya?
Expresidente.
¿Gabriela Núñez?
Buena economista.
¿Luis Zelaya?
Nuevo en el partido.
¿Jorge Cálix?
Buen amigo.
¿Oswaldo Ramos Soto?
Traicionó su formación.
¿JOH?
Autoritario.
¿HCH?
Hable Como Habla.
¿Eduardo Maldonado?
Periodista particular.
¿Elsa Oseguera?
Controvertida.
¿Golpe o Sucesión?
Golpe.
¿Mauricio Villeda?
Pudo haberlo hecho mejor.
¿Mario Zelaya?
Reflejo de la corrupción en Honduras.
¿Trans 450?
El mayor fraude que ha existido en la capital.