Es un hecho; cuando un hondureño en verdad se lo propone puede hacer muchas cosas y sobresalir en cualquier parte del mundo, levantando los colores de nuestra amada bandera y demostrando que tenemos mucho para dar en varias aspectos.
Tenemos a futbolistas, cantantes, músicos y hasta grandes científicos y profesores que triunfan en el exterior, “sudando la gota gorda” por ver ver cumplir sus sueño, tal y como sucede con Franklin Anariba, un catracho que destaca en tierras asiáticas, exactamente en una universidad de Singapur.
Anariba es un científico “cinco estrellas” que a lo largo de su carrera ha trabajado en importantes investigaciones de las áreas de la Biotecnología, Nanotecnología y Química Analítica, además de eso se desenvuelve como un reconocido maestro en la Universidad de Tecnología y Diseño en aquel país, alejado a miles de kilómetros de su amada patria.
Como es costumbre, nos dimos a la tarea de contactar a este hondureño para conocer un poco de su vida, además de reconocer todo el trabajo que ha realizado y agradecerle por representarnos.
¿Cuáles son sus logros como profesional?
“Indudablemente mi primer logro sería el actual cargo de educador a nivel universitario que me ha dejado contribuir al curriculum. Y mi logro secundario serían mis varias contribuciones científicas a través de publicaciones, seminarios y conferencias”.
¿Cómo comenzó toda esta aventura en el mundo científico?
“A principios de los 90’s terminé mis estudios de secundaria en el estado de Nueva Jersey, luego hice estudios universitarios de Química en la Universidad Rutgers (…) Después de graduarme y trabajar unos meses en la compañía farmacéutica de Merck & Co., salí hacia Columbus, Ohio, a hacer mi postgrado, posteriormente me mudé a la universidad de California para continuar mis estudios de postdoctorado en electrónica molecular”.
¿Cómo es que llegó a dar clases a la Universidad de Singapur?
“Yo me mudé a Singapur en el 2008 para hacer una investigación científica en un instituto de investigación de biotecnología y nanotecnología, después hice varios trabajos en algunas universidades, entre ellas la de Tecnología y Diseño, donde me terminé quedando (…) Actualmente imparto clases en varias áreas, incluyendo química, matemáticas, proceso de diseño, y un seminario para estudiantes graduados”.
¿Cómo es la vida en Singapur?
“La mayoría del tiempo la paso en la universidad, impartiendo clases y haciendo investigación en varios campos. Cuando tengo la oportunidad me gusta viajar por los países vecinos, como ser Indonesia, Camboya y Tailandia”.
¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de su estadía en ese país asiático?
“Aquí el gobierno tiene políticas de desarrollo económico muy definidas, planificación a largo plazo y gestión de ejecución de alta calidad, es un país definido por una sociedad ordenada, respetuosa de las leyes, y temerosa de sus consecuencias, por ende es un país que ofrece mucha seguridad personal.”
¿Cómo describe su trabajo?
“Interesante, esa sería la palabra adecuada cada día me es diferente. No lo veo como un trabajo sino como algo que me satisface, especialmente en el campo educacional, es importante hacerlo con mucha pasión (…) En Singapur se trabajan largas jornadas, y es normal hacerlo 10-14 horas al día, pero al final los estudiantes lo agradecen, eso hace que valga la pena”.
¿Cómo fue su niñez en Honduras?
“Tengo muy buenos recuerdos de mi niñez en una aldea llamada ‘El Zapote’ en Atlántida; recuerdo que el horario escolar era de 9:00 de la mañana al mediodía y luego de 2:00 a 4:00 de la tarde, solíamos ir a nadar a un río cercano, nos gustaba pescar y también apresar cangrejos, almejas, y camarones (…) Jugué mucha pelota, no pasaba mucho tiempo dentro de mi casa, en general mi niñez es algo muy apreciado”.
¿Hizo sus primeros estudios en Honduras?
“Sí, estudié en la Escuela de Varones República de Cuba, e igual finalicé mis estudios de bachillerato en el Instituto José Trinidad Reyes (JTR) de la ciudad, tanto en el edificio cerca del Estadio Morazán, como en la locación actual”.
¿Ha visitado Honduras últimamente?
“Sí, estuve en San Pedro Sula en mayo del 2016”.
¿Qué se conocen de Honduras en el exterior?
“Al llegar aquí en el 2008 muy poca gente sabía de Honduras. Sin embargo, pienso que se conoce un poco más debido a que las poblaciones de esta región son muy apasionadas con el fútbol, y están al tanto de las competiciones globales. El hecho de que Honduras haya participado en los mundiales de fútbol en el 2010 y 2014 nos ha puesto en el mapa”.
¿Por qué pocas personas en Honduras conocen de usted?
“Mantengo un perfil bajo, además mis contribuciones científicas son muy especializadas, lo que lo hace menos ameno para el público en general. Mis conexiones en Honduras son muy pocas también”.
¿Ha considerado dar clases en el país?
“A través de Honduras Global he recibido la invitación de contribuir en seminarios, lo cual me abre la puerta para un futuro no muy lejano poder dar un uno basado en mis experiencias científicas, tanto en Estados Unidos como ahora en Asia. Me gustaría hacer colaboraciones científicas con profesores de universidades en Honduras en el campo del proceso de diseño”.
¿Cuáles son sus planes para el futuro?
“He fundado este año una empresa en Tailandia con el fin de exportar productos de autopartes hacia Honduras. Creo que este Proyecto empresarial me hará visitar al país más a menudo”.
Señores y señoras, niños y niñas…
¡Aplausos para este catracho!
La labor de Franklin Anariba ha llegado tan lejos que en el 2010 publicó su libro en Alemania, llamado “Fabricación y Caracterización de las uniones moleculares: una plataforma robusta para Estudios de Transporte de electrones en Electrónica Molecular”.
Ha publicado diversos artículos en revistas científicas de renombre, así como diversas presentaciones educativas en Universidades de Estados Unidos, Europa y Asia; sin duda alguna un orgullo para nuestro país.
