Ha finalizado el silencio electoral y 50 mil aspirantes a puestos de elección popular inician la carrera más rápida de todas, capturar la mayor cantidad de votos para poder estar en las generales del mes de noviembre.
Se vienen 50 días de publicidad con fotos de aspirantes abrazándose hasta con el perro del vecino. Hay que poner mucha atención a las propuestas de los precandidatos y elegir las más sensatas y las más importantes en pro del pueblo hondureño, sobre todo seleccionar al candidato que proponga leyes y proyectos tangibles y no por los que se inventan castillos en el aire y en el primer estornudo se pierden para siempre.
Son 5.7 millones de electores que vamos a recibir hasta por debajo de la lengua toda esta propaganda enfocada en el: “Yo soy el mejor”, “seleccioname a mí porqué sé tus necesidades”. Los aspirantes de menor poder adquisitivo tendrán que ir a luchar contra los que ya poseen una larga carrera como servidores públicos y tienen los medios para costearse campañas en las televisoras, radios, diarios más importantes del país; los que vienen empezando recurren a los stickers, visitas a barrios y las “poderosas” redes sociales, digo poderosas porque son capaces de elevar hasta el altar a cualquier persona, pero también tienen el poder de destruir la reputación del “fulano” en segundos.
Van a la guerra por los votos 17 corrientes de tres partidos políticos que competirán por lograr colarse entre los 2,394 cargos que están disponibles, mismos que tendrán que pelearse en las generales del mes de noviembre de este mismo año.
Vienen propuestas de varios niveles electivos, para presidente, diputados y alcaldes.
Espero entiendan que las propuestas deben ser en una misma dirección, dar oportunidad, educación y trabajo, para que las personas pobres tengan verdaderas chances de salir adelante y no pensar más en ahorrar para irse “mojado” a la USA.
Los ataques entre candidatos no deben ser la base de sus campañas, deben procurar tener una contienda de altura para unir a la sociedad hondureña. Fragmentada y dividida desde los acontecimientos políticos de 2009.
Éxito a los aspirantes, propongan cosas reales y dejen de aumentar el perfil retratándose con la miseria y la pobreza. El pueblo tiene hambre, pero no es tonto.
Al final, se debe buscar el puesto para mejorar la calidad de vida de las personas.