La mayoría, por no decir todos los que decidimos ser periodista, entramos con demasiadas ilusiones, entre ellos era:
-Decir siempre la verdad.
-Desmantelar actos de corrupción.
-Ser el héroe de un niño.
-Ser foco y dirigir a una sociedad.
-Poner en alto nuestro país.
-Ser hombres y mujeres referentes y de credibilidad.
-Hacer coberturas importantes fuera y dentro del país.
-Uno que otro ser figura pública.
Y sobre todo ser nominado algún día a ganarse un Pulitzer. (Máximo galardón para un periodista de prensa escrita o digital en Estados Unidos o un Álvaro Contreras en Honduras).
Pero hoy es un día para hacer una pausa en este mundo tan agitado, es un día de reflexionar de pensar y repensar.
La muerte de Igor Padilla no solo consterna al gremio periodístico, sino que a todo un país y claro, así debe de ser: él era un ser humano lleno de muchos sueños, metas, locuras, alegrías, tristezas, como usted y como yo.
Un padre de dos hijos, todavía no tengo la oportunidad de serlo, pero estoy segura que es el regalo más hermoso que Dios y la vida le puede darle, donde trabajar día y noche no es un sacrificio para darle el pan de cada día a sus hijos.
Un hombre que tenía a la mujer de su vida al lado con la que no solo compartía su cama sino que muchos pero muchos sueños.
Un hijo que llenaba de risas a su madre y me imagino que también le sacó un par de canas verdes.
Un amigo que se sabía la vida y milagros de alguien o era el paño de lágrimas.
Un colega que dio sus horas de sueño por llevarle las noticias.
Sin duda este hombre dejó dolor y consternación a nivel nacional y no puedo evitar decir
¿Realmente vale la pena estudiar o ejercer el periodismo?
¿Vale la pena ser una estadística más?
¿Vale la pena ser una investigación para la ATIC?
¿Vale la pena ser un expediente más en el Ministerio Público?
¿Vale la pena ser solo una moción o iniciativa de ley de un diputado y levantar su popularidad?
¿Vale la pena morir como perro tirado en una calle?
¿Vale la pena dejar tanto dolor a nuestros seres queridos?
¿Vale la pena tanto sacrificio?
¿Vale la pena ser el héroe de país?
Sin duda alguna todos ustedes me dirán “claro que nada de eso vale la pena”, y estoy muy de acuerdo con ustedes.
Entonces será la carrera que tiene la culpa.
Creo que no como lo dije antes esta sin duda es una de las carreras más nobles, tienen la culpa las autoridades correspondientes que no hacen absolutamente nada por la muerte de un periodista, donde agarran a las tres primeras personas que encuentran y les echan el clavo.
Tiene la culpa la indiferencia de no poner una ley que nos proteja y si la hay es pésima, nosotros mismos tenemos la culpa en decir “Es que ese mucha m habla” acostumbrándonos a maquillar las cosas.
Tiene la culpa el mismo Colegio de Periodistas, que muchas veces solo dan declaraciones para decir cuántos muertos van en el año.
Que este delito no se quede impune y que nos den esperanza de sonar y tener las mismas ilusiones de cuando entramos a esta carrera de adrenalina y decir VALE LA PENA SER PERIODISTA.
Y no preguntarnos: ¿Quién será el próximo?