Dani Turcios ha decidido lanzarse como candidato a diputado por el Partido Nacional. Y está en su derecho.
Sin embargo, al ex seleccionado nacional le ha llovido duro desde que anunció sus aspiraciones. Le dicen de todo: ignorante, corrupto, vendido. Y etcétera, etcétera, etcétera.
Sin tener pruebas, eso sí.
Al parecer, los hondureños han encontrado una fórmula que permite descubrir quién llena los requisitos para ser diputado, y quién no.
Si el parámetro es que los futbolistas no pueden, entonces tampoco podrán aspirar los albañiles, los tolupanes de la Montaña de La Flor, un taxista, un conductor de bus, un vigilante, una ama de casa. Tampoco una prostituta.
Por lo que uno lee, solo tienen derecho los que poseen estudios universitarios, como si eso garantizara que las cosas serán hechas con honestidad.
Infinidad de casos hay de abogados, ingenieros y doctores que se prestaron para elaborar leyes que hoy siguen perjudicando al pueblo.
Si bien es cierto NO todo el mundo tiene capacidad para ser político, nadie nos da el derecho de descalificar a otro por el simple hecho de que fue futbolista, porque esto no es sinónimo de ser tonto o vendido.
Más bien, es bueno para la democracia que aspiren personas que no están “maleados” políticamente hablando. En el caso de Dani, y en el de Gilberto Yearwood, nadie puede quitarles el derecho.
Será el tiempo el que dirá si logran llegar al Congreso Nacional, y qué contribución hacen desde allí para el bien del país.
Si a vos no te parecen como candidatos, pues entonces no les des el voto y ya. Pero tampoco los ataques sin fundamentos recurriendo a la bajeza, al punto de revivir chismes baratos (como aquello de que Rambo tuvo algo que ver con la ex novia de Dani).
Queremos que las cosas cambien en el Congreso, pero no queremos caras nuevas. Siendo así, ¿a quién sugerís vos como buenos candidatos?
A los que hoy aspiran, les pedimos que se preparen: que lean, que se instruyan, que se busquen buenos asesores, que sean serios y responsables.
Que se dejen de payasadas (como las de Joshe Villanueva), y que si el pueblo los elige, que por favor trabajen y contribuyan al crecimiento de Honduras.
En otras palabras: que no sean como Wilmer Velásquez.
Por ÓSCAR FLORES