Roger Valladares es un empresario que inició desde abajo, conoció la extrema pobreza, trabajó desde muy niño para ayudar a su mamá soltera a cargo a varios hijos.
Hoy es dueño de la financiera Cofisa y la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), además de la UTH Miami. Muy amablemente nos atendió en el Campus Tegucigalpa y esto fue lo que nos dijo:
¿De qué tan abajo viene?
De menos cero. Menos cero porque nací desnudo, nací de una madre soltera, mi mamá tuvo cuatro hijos y yo fui el último, cuando vine ya no había nada.
¿Qué trabajos hacía de niño para aportar dinero a su casa y ayudar a su mamá?
Hice de todo. Barrí calles, ayudar albañiles, lavar platos en un restaurante, hacer mandados, lustrabotas. El asunto es que siempre quise ser alguien en la vida y sabía que no me iba a caer del cielo viniendo de un hogar pobre.
Aquí hablan que hablan problemas porque el hogar es desintegrado, el mío ni siquiera se integró, así que cuando los sociólogos y psicólogos dicen que los problemas de la delincuencia en parte se deben a que vienen de hogares desintegrados no es cierto. Fue el deseo mío de salir adelante que fue lo que me hizo llegar hasta donde estoy. Y aun no estoy satisfecho.
¿Cuáles son sus próximos retos?
Mi propósito ahora es ayudar a otros.
¿Qué estudió don Roger?
Después de ser Perito Mercantil y contador público, estudié administración de empresas en el Centro Universitario Regional del Norte, pero por las huelgas y el trabajo que tenía no terminé. Ya trabajaba en un banco, era ejecutivo y el banco me pagó la educación en la escuela bancaria patrocinada por una universidad de los Estados Unidos donde me gradué de Banca y Finanzas.
Tengo una licenciatura de Banca y Finanzas, estudios de administración y diplomados. En conjunto me han servido para crear una base profesional.
¿Cómo crea Cofisa y por qué le apostó después a la educación creando la UTH?
Trabajé 16 años en un banco, empecé desde cobrador y terminé como vicepresidente. Cuando me corrieron del banco empecé a pensar en los negocios que quería poner. Primero pensé en herramientas, luego, como ya tenía una base sólida como banquero me metí en esto.
No tenía dinero para meterme en un banco, pero otros banqueros amigos míos me prestaron dinero y logré reunir 500 mil Lempiras en 1983 y con eso fundé la financiera. Ahora estamos en 10 lugares.
Ahora somos los más sólidos y los más rentables. A raíz de esto el Departamento de Estado de Estados Unidos me invitó a una gira por treinta días con todo pagado.
Al llegar al llegar a Washington me preguntaron que quería observar y les pedí universidades. Me atendieron bien y ya vine con el propósito y deseo de crear una universidad que fuera distinta, carreras distintas, metodologías y horarios diferentes. Es cuando me metí a la UTH que es mi mejor entretenimiento.
¿Cómo manejó el miedo, la responsabilidad y la perseverancia?
El miedo lo tenemos todos. Cuando he tenido miedo me he encomendado y refugiado en Dios a través de Jesucristo.
La responsabilidad está basada en saber y recordar de donde venis, siempre me he levantado temprano, me he quedado hasta después de la hora, siempre he trabajado en los días feriados. Esa responsabilidad hizo que de cobrador llegara a ser vicepresidente.
La perseverancia va de la mano en aceptar los tropiezos, las fallas, los malos ratos y todo lo demás. Uno debe ser un optimista tenaz.
¿Cuál sería el mensaje para una sociedad sumergida en pobreza?
Qué no sigan pensando en hacer dinero con el gobierno, desde jóvenes están pensando en trabajar en el Ministerio tal, que quieren ser diputados.
El gobierno no genera riqueza, los que generamos trabajo y riqueza somos los empresarios. Les diría que aunque sea de pequeños empresarios con un puesto en el mercado de frutas y verduras que por algo empiecen.
Emprendedores natos y que no le tengan miedo a los retos. Si no crear chambas en el sector privado.
¿Soñar, emprender y transformarse, es el mensaje de su charla; a esto se debe la clave de su éxito?
Sí. Porque he tenido sueños, pero no me he quedado dormido he despertado para llevarlos a cabo.
Si no uno no agarra el empujón de querer hacer lo que se propone, se va a quedar estancado. Hay personas que no tuvieron la oportunidad, si no las tienen búsquenlas. En este caso en la UTH si les estamos dando oportunidad a nuestros muchachos. Les enseñamos a convertirse de empleados a emprendedores, no solo es de darles el ánimo si no de darles las herramientas. Si no de convertirme en inversor de los mejores proyectos que tengan estos muchachos.
Transformarse. Cuando tenía 20 años tenía determinadas aspiraciones, vivía en determinado ambiente, siempre quise transformarme en algo mejor, no me quedé quieto.
Uno tiene que ser curioso, tiene que ser perseverante, no ser conformista y poder transformarse en algo mejor. Empiece por uno mismo, triunfar ya es un apoyo para el resto del país.
Imágenes de la Conferencia “Soñar, Emprender y Transformarse” dirigida por Roger Valladares:
Fotos: Sergio “Oso” Montero.