Reyna Martínez camina por la calles de Tegucigalpa, específicamente por las del centro de la Capital, vestida con un overol azul con amarillo, y con una mano empuja un carrito lleno de “jugitos de todos los sabores”, y con la otra lleva a su hija de nueve años de edad.
Con una voz un poco afónica y una sonrisa entre dientes dice: “Mire, mi amor, ¿de qué sabor quiere: fresa, naranja, uva o naranja? Para este calorcito se lo recomiendo”.
Su hija se ríe inocentemente.
Ella tiene 50 años, es madre de ocho hijos, pero posee una energía increíble y sobre todo, muchas ganas de sacar adelante a su “saca leche”, como ella llama a la pequeña Michelle Martínez Madrid.
Ya lleva un año trabajando de esto y está muy agradecida con la empresa por permitirle hacer los ingresos para el pan de cada día.
“Agradezco a Bon Ice)y a su dueño, porque ha sido fundamental para que yo pueda sacar adelante a mi hija ya que es la única que tengo en la escuela, los demás son profesionales”, dijo Reyna.
“Yo solo le pido a Dios vida para verla a ella graduarse y hacerla profesional igual que sus hermanos; con vida y salud uno se las rebusca”, expresó.
Doña Reyna anda con su hija por más de doce horas. Aunque la niña está de vacaciones, no hay nadie que se la pueda cuidar ya que sus hermanas e hijos salen a trabajar.
“Mis hijos ya hicieron su vida y pues mis hermanas se rebuscan para la comida, así que no tengo con quién dejarla y sola ni loca, ve y me le pasa algo a mi criatura”, dice.
Sin duda, dona Reyna es digna de admiración, pues para ella no hay excusa para no sacar adelante a su hija y lo está demostrando
Michelle, por su parte, va al en cuarto grado. Es alumna de excelencia académica y todos los días acompaña a su mamá.
Se levanta temprano, le ayuda a vender (aunque ella no ofrece producto, enamora a cualquiera con su sonrisa). A clases va en la tarde, así que la mañana la aprovecha en hacer tareas.
Doña Reyna nos comentó que si queremos ayudarla lo podemos hacer con los útiles escolares para Michelle. Así que si usted se la encuentra con su hija no dude en comprarle y en echarles una mano para que salgan adelante.
Fotos: EL OSO MONTERO