No mencionaremos nombres, por aquello de no herir susceptibilidades y para que no lo tomen como un ataque personal, pues no se trata de eso.
Sin embargo, como público, tenemos todo el derecho del mundo para pedirles, solicitarles y exigirles a los productores, directores y guionistas de cine que eleven la calidad de las películas.
No podemos seguir con aquello de “Hay que apoyar lo nuestro” o “Ustedes no saben todo el esfuerzo que hicimos para producir esta película”.
¿Y?
¿Nos ponemos a llorar por ese esfuerzo?
Deben saber que el público hondureño es cada vez más exigente. Pasa un poco, para comparar, con el fútbol. Fanáticos del fútbol español, vemos de menos al nuestro y no vamos al estadio, salvo en las finales.
Son muchos los factores para que eso ocurre, pero también tiene que ver con la calidad de nuestro balompié. Si uno paga una entrada es para ver algo bueno.
Una vez que pagamos, tenemos el derecho a decir “Esta película me gustó” o “¡Qué movie más m…!”. Y los productores, guionistas y directores deben asimilar las reacciones de los espectadores, sean buenas o malas, justas o injustas.
Es un pobre argumentar decir que todo aquel que critique una película hecha aquí es mal hondureño.
Sabemos que hacer películas es toda una hazaña. Pero, ¿qué cosa es fácil en Honduras??
EL PALETERO fue, técnicamente, una película hecha con calidad (si nos gustó o no la trama, eso ya es otro pisto), que nos demostró que sí hay creatividad y profesionalismo.
No es lo mismo hacer una película que una baleada. Entonces, por favor, se los suplicamos, tómense su tiempo en cada producción hasta pulirla como una joya.
