En nuestra infancia muchos jugamos con ser bomberos, policías, jugadores de la selección, soñábamos con ser como Rambo, Goku o los Power Rangers.
Pero este no es el caso de Ramón Briceño, un niño de 7 años que desde esta temprana edad sueña con ser sacerdote, tiene toda la indumentaria hecha por su abuela e incluso sueña con llegar a ser Obispo, Cardenal y hasta PAPA…¡vea usted!
¿Y por qué no? Honduras sí que lo necesita.