¡Honduras y su fútbol! Me da tristeza ver partidos de gran final del balompié nacional tan aburridos, tan falto de emoción, tan llenos de patadas y de pocas ideas de juego. No es la primera final aburridísima. Ni será la última.
Parece ser que a los equipos de la costa norte les pesa jugar en el Nacional de Tegucigalpa, más cuando se trata de un juego tan crucial como una final de Liga Nacional. De este aspecto me preocupa que los jugadores que están en estos equipos se rajan jugando con sus equipos en Tegucigalpa, qué sucederá si son llamados a la Selección Nacional de Honduras y toque morir en la cancha por obtener un triunfo jugando de visita. Sencillo, la psicología no les permitirá hilar tres pases seguidos, un ejemplo claro, la vez que nos comimos seis ante Brasil en los Olímpicos de Río. Les tembló todo.
Motagua vs Platense, parece ser que solo llegó un equipo a la cancha, el que propuso, el que metió el pie al acelerador para conseguir la tan ansiada, Copa 14, el que puso los huevos, la emoción, pero aun así se quedaron cortos, muy pocas ideas de fútbol ofensivo, quizá opacados por un planteamiento ULTRA DEFENSIVO de Reynaldo Clavasquín. Y tendrán que ir a morirse en el Puerto si quieren el titulo 14.
¡Platense! Platense dio pena. Un planteamiento excesivamente defensivo, cero ideas de fútbol de ataque, de fútbol que proponga y sea merecedor de una gran final. No entiendo cuál será el ingrediente secreto, el as bajo la manga para que los tiburones cambien el panorama en su estadio.
Lo cierto es que el juego estuvo terriblemente aburrido, con un solo equipo en la cancha y para cerrar con broche de oro, la opinión del jugador de Platense, Richard Dixon: “Nos planteamos para conseguir este resultado”… Osea, ellos ya sabían que venían a perder. ¿Qué alguien me explique?
La recomendación sería que para ponerle emoción a estos juegos, la final se juegue a un solo partido en cancha neutral o seleccionarla antes del inicio del Apertura y Clausura.