Hace algunos años atrás conocí a Guayo en el estudio de grabación de Diablos Negros. Su energía fue tanta ese día que tomó una guitarra para un “rigio” que llenó el lugar con su sutileza. ¡Parecía tan fácil lo que estaba haciendo! Vida de corazón, padre de dos, Eduardo Cedeño nos habla del Guayo Jazz Project que estuvo el miércoles pasado en Cienaños deleitando al público presente.
Entre músicos, amigos y seguidores pasamos una buena noche al ritmo de su guitarra acompañado por Emilio Álvarez en el bajo y Carlos Cedeño, su hermano en la batería.
Con ustedes… ¡Guayo Cedeño!
¡COMENCEMOS!
¿Qué significó para vos crecder viendo a Los Robbins? (La banda de tu padre)
Crecí escuchando Los Robbins en acetatos de 45 revoluciones ja, ja, ja. Mi sueño era poder tocar “Ceibita en verano”, uno de los temas instrumetales en guitarra más famosos en la historia de la música hondureña.
Mi padre fue mi mayor influencia y pude ver a Los Robbins un par de veces. ¡No lo podía creer! Fue el inicio de todo mi mundo musical, mi padre, don Guayo es mi súper héroe, mi ejemplo, mi mentor, mi maestro y de chiquito lo miraba practicar con una Gibson Les Paul, era imposible que no saliera músico.
Sos considerado el mejor guitarrista de Centroamérica. ¿Así lo ves vos?
No, claro que no, en la música no puede existir mejor o peor, pero si yo represento eso para alguien… ¡Qué honor! Cada músico tiene un universo artístico distinto, diferentes formas de expresión, en toda nuestra Centro América hay demasiado talento, pero mi sueño es poder ser reconocido como alguien que aportó de alguna forma a la música de mi país.
Quiero que al tocar dos notas la gente diga, “¡¡Ahh ese es Guayo!!”. Me gusta jugar con las escalas, modos y dinámicas. Me encanta llevar la guitarra al límite en todo sentido. La guitarra es un instrumento de expresión que te permite comunicarte y plasmar tu esencia como ser humano.
¿Quiénes serían tus influencias?
Mi padre, don Guayo, Arturo Sandoval, Gonzalo Rubalcaba, Jimmy Hendrix, Stevie Ray V, Allan Holdsworth, Diblo Dibala, Angel Viloria, John Coltrane, Carlos Santana.
¿Cómo definirías tu música?
Mi música es mi espíritu.
Tu hermano Carlos toca la batería. ¿Has sido influencia en él?
Claro que sí. Mi papá me influenció a mí y yo seguí con Carlos. Recuerdo que el jodido no quería practicar porque quería ver Mazinger Z y yo le decía: “Si no practicás conmigo; no ves tus pichingos”, ja, ja, ja, ja. Tenía apenas 5 años pero él ya tenía la música en las venas. Porque “el músico nace, no se hace”.
¿Qué significa cada vez que compartís escenario con tu hermano?
Es como una bomba atómica. Es impresionante cómo nos comunicamos sin decir nada, sin vernos hacemos cosas increíbles. El escenario es nuestra casa, somos muy espontáneos. Carlos es un súper impresionante batero, hemos viajado por el mundo haciendo música y lo seguiremos haciendo. ¡¡Amo a mi hermano!!
El jazz es un género que en los últimos años ha tenido crecimiento. ¿A qué creés que se debe?
La nueva generación de músicos ha despertado y se atreve a navegar en otros mundos y conceptos armónicos. Todo evoluciona y existe un alto porcentaje de instrumentistas que están cansados de tanto rock, y yo estoy impresionado de ver guirros de 17 años que son apasionandos por el jazz y tocan súper bien. La diversidad cultural y géneros musicales son necesarios para el crecimiento del país.
En el 2015 salió tu primer disco. ¿Consideraste que era el momento justo para sacarlo?
Totalmente. Estoy en el punto exacto donde debo sacar todo lo que tengo en mi cabeza ja, ja, ja. Tengo tanto por decir, tanto por hacer. Tengo mucha música que grabar. El 2015 es mi boleto de ida sin regreso.
Coco Bar es un homenaje a mi padre, es un viaje hermoso a los 60’s donde se tocaba con pasión, con esos sonidos de guitarra tan melódicos, románticos, sexys, tan latinos y melancólicos, tan nuestros. Entonces decidí probar con un disco y gracias a Dios ha sido un éxito.
Fui declarado como una de las 10 maravillas del mundo por WOMEX (World Music Expo) en España donde presenté mi disco gracias a mi productor Ivan Duran del sello internacional Stone Tree Records. Estuvimos de gira por Japón y este 2017 está lleno de giras por EEUU y Europa. Coco Bar es la propuesta más interesante y llamativa de Latino Surf para los programadores de Festivales del mundo, así que estoy muy orgulloso de llevar mi bandera con guitarra en mano por mi Honduras.
¿Es Ceibón (tu estudio) tu rincón favorito?
El Ceibón es mi laboratorio, es donde se hace la magia, es el lugar donde el artista imprime su mundo musical.
¿Qué proyectos tenés hoy?
Hoy estoy en medio de mi tan esperado Guayo Jazz Project. Es difícil producirme a mi mismo porque no me gusta nada ja, ja, ja, ja. Soy un severo crítico, pero debo sacar ese archivo de mi alma y presentar el disco de Coco Bar para irme a navegar en el inmeso oceano del mundo de la música.
¿Para cuándo el segundo disco?
Ya está grabado y listo, esperando turno.
¿Qué significa Guillermo Anderson en tu carrera?
Guillermo Anderson es mi hermano mayor, me mostró un mundo musical impresionante. Todo lo que tiene que ver con el Caribe, fueron años de aprendizaje. Puedo decir que le dimos la vuelta al mundo, con Guillermo hice mis primeras grabaciones, por ejemplo, El Encarguito se grabó en mi cuarto ja, ja, ja. No tenía un estudio, grabábamos voces rogando que el perro no ladrara o sea, fue más que un compañero y amigo, me considero parte de su familia, es parte fundamental en mi carrera.
¿Qué pensás de la Ley Anderson?
Pienso que Guillermo no hubiese querido ser recordado de esa forma. Su lucha era por dejar un legado musical, no creo nada conveniente usar su nombre para una ley. Es más, yo solicito que no se le continúe llamando Ley Anderson, de hecho, la familia ya pidió que no se asocie el nombre de Guillermo con la Ley. Creo que los artistas debemos decidir si nos parece o no para que no se vaya a estar a favor sólo porque lleva el nombre de Guillermo.
Sus papás, hermanos, hijas, esposa y yo, pedimos que no se llame Ley Anderson, que le llamen Ley de Protección al Artista como era originalmente y que dejen el nombre de Guillermo para todas las escuelas de música, Teatro, Centros Cultuales que van a crear. Eso sí sería buena manera de recordarlo. ¿No creen?
¿Cómo te ha cambiado la vida ser padre?
¿Quieren ver un milagro? Tengan un hijo. Ser padre es la experiencia más hermosa, te cambia absolutamente todo, hace algunos años alguien me hacía el comentario: “Guayo, cuando tengás hijos no volverás a dormir”, ja, ja, ja. ¡Palabras sabias! Tengo dos hijos: Eduardo Janiel y Amelia Sofia y sólo puedo decirles que he descubierto el amor mas puro, gracias a mi señor Jesús por darme tanta bendición.
Siendo de La Ceiba.. ¡Tengo que preguntar! ¿Sos Vida o Victoria? ¿Jugaste fútbol en algún punto?
Orgullosamente, como ceibeño, soy full Vida ja, ja, ja. Jugué cuando estaba en el colegio pero en un partido me doblé un dedo de la mano izquierda y yo dije: “Uyy… ¿Y ahora cómo voy a tocar el sabado?”. Así que negativo ja, ja, ja, ja, ja. ¡¡¡Para nunca volver a hacer algo que ponga en riesgo mis manos!!! ¡¡Vida Campeon!!
