https://youtu.be/GqWzUKVOsiE
La siguiente historia no es tenebrosa ni nada similar, es una historia de sentimientos, amor y pasión por un equipo y por un deporte, es la historia de Wayne Williams y el lugar en el que se encontraba viendo el último partido de la Serie Mundial de Baseball, junto a la tumba de su fallecido padre.
Wayne vive en Carolina del Norte, subió a su automóvil y manejo durante 600 kilómetros hasta Indiana donde esta la tumba de su padre para cumplir la promesa que le había hecho antes, escuchar juntos un partido de la Serie Mundial si los Cubs llegaban a esta instancia.
El amor por los Cubs de Wayne es heredado de su padre, quien los vio jugar en vivo en 1945 y desde entonces fue un aficionado leal al equipo de Chicago. Justo cuando termino el juego 6 de esta serie, Wayne empaco sus cosas y condujo hasta Indiana para cumplir su promesa.
El final de esta historia, es de esos finales felices, Wayne pudo disfrutar junto a su padre, del mismo nombre, el triunfo de sus amados Cubs.
De esas historias que de verdad nos sacan una lagrima y que solo los aficionados de verdad podemos entender.