El pasado fin de semana representó crisis en Motagua por la derrota ante Social Sol, pero al mismo tiempo se convirtió en alegría para los “comejamos”.
Después de 14 jornadas obtuvieron su primer triunfo en Liga Nacional. Tuvieron que pasar mil 260 minutos en Primera División para poder celebrar en el Estadio San Jorge.
Ahora, Social Sol acumula 5 puntos en la tabla y a pesar de que continúan en el último lugar de la tabla. Este triunfo les ha dado confianza y esperanza para reinvindicarse con su afición y con el fútbol que los llevó a primera.
Conversé con uno de los anotadores del partido; Cristopher Urmeneta. Un viejo conocido de la Liga Nacional que ha pasado por equipos como Necaxa, Real España y Juticalpa y que es pretendido por otros, pero su enfoque está en seguir acumulando puntos para así no llegar “tan mal” al Torneo Clausura.
¡COMENCEMOS!
¿Por qué tomaste la decisión de ir a Social Sol?
Tenía dos años y medio de no jugar en primera división y desde que salí a préstamo a Juticalpa no volví a jugar en primera. Era lo que más deseaba.
¿Por cuánto tiempo firmaste?
6 meses con mi finiquito en mano.
¿De qué parte de Honduras sos?
De Tegucigalpa. Cuando no estoy jugando vivo en el sur, en Choluteca, con mi esposa y mi hijo en el Campo Sol. Ahí me juego mis buenas potras de vez en cuando.
¿Qué pasaba por tu mente cuando los resultados no se les daban?
Siempre he tenido y tengo fe en Dios, en mi familia y en mis hijos. En esto del fútbol si no sos fuerte mentalmente caés pero cuando confiás en Dios y sabés que tenés dos bellos hijos por quienes luchar no bajás los brazos.
En lo personal, creo que he sido constante gracias a mis compañeros y la confianza que me he ganado de mis entrenadores. De los 15 partidos he jugado catorce y ese me lo perdí porque tenía cuatro amarillas. Claro, tengo un enorme compromiso con esta noble afición de Olanchito que me quiere mucho y para este partido yo sabía que iba a golear.
¿Tanto así era la confianza?
Sí, inclusive le dije a Harold (Fonseca) que lo golearía.
¿Qué le dijiste exactamente?
Con Harold hicimos una linda amistad cuando ascendimos a mi querido Juticalpa y le dije que le iba a meter un gol. Después le dije: “¡Te dije que te iba a meter un gol va!”.
Cuando debuté en reservas de Necaxa debuté goleando a Motagua y a Harold también, fue de penal. Ja, ja, ja. Es lo bonito del fútbol.
¿Cómo te sentis en Social Sol?
Estoy agradecido con el profesor Caballero porque él me trajo a primera división de nuevo. Gracias a Dios y mi familia logramos regresar y ahora sólo debemos tener la misma mentalidad que tuvimos contra Motagua para seguir sumando.
Siempre estoy tratando de aportar la experiencia que he adquirido en los otros equipos y a pesar de mi juventud, aportar ánimos y motivación al grupo.
¿Qué sentiste cuando se fue el profesor Caballero?
Es un buen técnico. Lamentablemente no logramos lo que queríamos de su mano, pero no fue culpa de él lo que sucedió con el equipo.
Y llegó Londoño y se fue.. Llegó Gallegos y se fue el presidente. ¿Qué ambiente se vivía en el día a día del equipo con esa situación?
Con Londoño no sé qué fue lo que pasó la verdad. Gallegos es un gran entrenador, nos anima y constantemente nos dice que somos los mejores, que no bajemos la cabeza porque el fútbol es así. A veces ganás, a veces perdés.
¿Es cierto que se les entregó un premio por este triunfo?
Fue algo simbólico. La directiva siempre ha estado ahí a pesar de todo. Yo estoy muy agradecido con ellos por la confianza y motivación a pesar de las derrotas.
Y ahora que le ganan a Motagua; ¿Cómo se siente el equipo?
Se respiran buenas vibras porque sufrimos mucho. Jugábamos bien pero fallábamos desconcentrándonos en detalles y perdíamos. Ahora estamos motivados sabiendo que podemos darle más alegrías al pueblo de Olanchito. Ellos se lo merecen.
Cuando no hacés fútbol; ¿A qué le dedicás el tiempo?
A mis hijos, ellos son mi fortaleza. Trato de pasar tiempo con mis padres también, ellos son mi motivación y también me gusta estar en la esquina de mi barrio en Tegus; Villadela con mis amigos. Sino en el sur en el barrio Campo Sol jugando potras.
¿Desde chiquito sabías que querías ser futbolista?
¡Desde que tengo uso de razón! Todos mis “aleros” querían ser futbolistas, pero Dios es el que decide a quién le concede los sueños y me tocó a mi. Todos los días cumplo el sueño de los de mi barrio. Ellos deseaban estar en primera y ahora me apoyan y motivan a seguir poniéndole ganas. Siempre con humildad y sed de triunfo.