Foto de Grupo OPSA
Lo del Motagua es algo simplemente inexplicable; arranca el torneo como el gran favorito al título, en sus primeros encuentros ilusiona a sus aficionados con su buen fútbol y con los resultados positivos, pero todo ello se esfuma en un abrir y cerrar de ojos, cambiando por completo el entorno de la institución azul.
No bajar más posiciones en la tabla y recuperar la confianza, esa es la misión del equipo dirigido por Diego Vásquez, quien con el paso de las jornadas se está viendo obligado a sumar victorias, sin embargo el panorama no es nada alentador, ya que el próximo encuentro es nada más y nada menos que ante el Olimpia.
No estoy hablando de miedo ni nada por el estilo, simplemente soy realista y tiro las cartas sobre la mesa; si nos basamos en lo hecho en los últimos encuentros los “Merengues” tendrían que hacerse con la victoria, principalmente porque el Motagua llega con bajas importantes como la del delantero Román Rubilio Castillo.
¡¿Qué pasó “Rubigol”?!
El sábado ante Marathón quedó más que claro que las “Águilas” necesitan demasiado de sus futbolistas referentes, y nadie puede negar que uno de ellos es Rubilio Castillo, quien llegó a ese encuentro después de tres partidos de suspensión y aún así se dio el lujo de anotar el único gol de su equipo, algo simplemente respetable.
Lo malo para él y para su club es que en los últimos minutos del juego volvió a salir expulsado, esto por una dura entrada al jugador del Marathón Jairo Puerto, quien definitivamente corrió con suerte para no salir lesionado.
Hablamos nada más y nada menos que de su tercer expulsión en el torneo, y eso que apenas van 13 jornadas disputadas.
En fin, lo peor no terminó ahí; al salir expulsado Rubilio tuvo un ataque de ira y frustración, y en lugar de salir del campo intentó llegar al árbitro Raúl Castro para agredirlo, ya que él consideraba injusta su exclusión del encuentro.
Miembros de la institución azul tuvieron que intervenir. Primero fue el preparador de porteros Hugo Caballero, quien lo detuvo. Posteriormente lo hicieron Júnior Izaguirre y Santiago Vergara, quienes lo convencieron de dejar el campo para no cometer un error más.
Definitivamente la Comisión de Disciplina del Norte será pesada con la sanción al jugador, ya que se trata de un reincidente y a parte de ello intentó agredir al árbitro, así que quién sabe hasta cuando volveremos a ver a Rubilio defendiendo los colores del Motagua.
¿Qué hacer como aficionados?
Bueno, muchos seguidores motagüenses simplemente han tomado la decisión de no opinar al respecto, otros le reclaman su falta de compromiso y lo señalan como uno de los culpable por lo que se está viviendo actualmente, mientras otros le dan una palmadita en la espalda y piensan en lo que se puede venir en el futuro.
Lamentablemente en el aspecto futbolístico todo ha venido a la baja después de la muerte de su hermano, algo que definitivamente lo ha marcado, tal y como sucede con cualquier persona en el mundo cuando se pierde a un ser querido.
Nadie puede negar que las expulsiones de Rubilio influyen de gran manera en la crisis que se está viviendo en el club, sin embargo no es momento de satanizar ni nada por el estilo, al contrario, es momento de brindar apoyo y no dejarlo solo en el camino.
Definitivamente dentro del club se tiene que trabajar con él e intentar calmar las aguas, intentar que esté listo para la liguilla final, donde se puede convertir en un hombre importante en las aspiraciones de la institución… El problema para Motagua es que su clasificación se está viendo amenazada por sus malos resultados.
