Definitivamente que las sanciones de la FIFA a diferentes Federaciones de la CONCACAF (incluyendo la nuestra) tienen molesto a mundo y reymundo como decimos en Honduras.
No logro entender cómo a Doña FIFA se le ocurre poner una multa de 1.5 millones de lempiras a una Federación como la nuestra, después de que Rafael L. Callejas y Alfredo Hawit (entre otros) la dejaran en la quiebra.
No es por nada que están en la cárcel. Bueno, ese es tema para otro día.
¿A qué se debe la sanción?
“Supuestos” gritos homofóbicos. Todos hemos ido al estadio y le hemos mentado la madre a los entrenadores, jugadores y árbitros.
No estoy diciendo que sea correcto, pero tampoco voy a tener doble moral y repudiar lo que sucede. ¿Por qué? Porque es parte de la cultura futbolística y no sólo hondureña sino latinoamericana;¡FUTBOLERA EN SÍ! Es por eso que puse “supuestos” de esta forma.
Cuando en México le gritan “Puto” al portero, lo último que el aficionado piensa es sobre su orientación sexual. ¿De verdad los espías de la CONCACAF piensan que es por un tema de discriminación sexual?
Siglo XXI, señores, hay asuntos más importantes, como el del racismo. ¿Será que estos señores nunca han ido a un estadio latino y no saben cómo vivimos el fútbol?
Justo platicaba con Ruben Rodríguez, periodista y presentador de FOX Sports México sobre el tema voy a citar sus palabras exactas:
“Primero, creo que es ridículo que la FIFA se fije en este tipo de cuestiones cuando hay cosas más importantes que atender. Si el grito (PUTO) afecta a un grupo de personas en específico un grito homofóbico y se debe hacer algo al respecto.”
“Las sanciones están mal aplicadas, hay países donde hay cosas más preocupantes. Por ejemplo, en Canadá había un grito contundente, probablemente hasta racista, con un tono grosero ante México. En El Salvador, se gritan los himnos nacionales y no pasa absolutamente nada. Creo que debe existir una solución para concienciar y no erradicar. El problema es más de raíz y de fondo que un simple grito. “
“Le pedimos a la afición que no grite en los estadios de esta forma”, decían desde la FENAFUTH.
¿Cómo le vas a decir al aficionado que paga su boleto que vaya a cruzar la pierna al estadio y guardar silencio como si fuera un partido de tenis? (Con todo respeto). El fútbol es pasión y cada quien lo vive a su gusto. Mi papá, por ejemplo, no te habla durante un partido y comenta al medio tiempo.
Hay otros que le gritan “culero” a medio equipo y la mitad del otro y repito; dudo mucho que sea por dañar la susceptibilidad de su orientación sexual.
El aficionado te está apoyando en las buenas y no siempre en las malas. ¿Es justo que los limiten de esta forma cuando a pesar que muchos hondureños estaban escépticos con el proceso del profesor Pinto?
Me hago un millón de preguntas con este tema. Me frustra hasta cierto punto.
No sería más sensato que los países perjudicados por este tema se unan para hacerle frente a la FIFA y llegar a un a conciliación? ¡Es una opción! Todos los 11 sancionados están indignados con las cantidades interpuestas. ¿Será que los espías ganan alguna “comisión” por sancionar? Esa, también es una opción.
¿Qué propondría yo? Lo esencial radica en la cultura de cada país. Comprender que estos gritos no son expuestos con la finalidad de ofender al movimiento LGBT, sino parte de la cultura futbolera. Comprensión y tolerancia nos hace falta en este mundo.
No entiendo por qué cada vez le quieren sacar más a este noble deporte. De un tiempo para acá, el circo se ha ido expandiendo a escalas sociales y económicas. ¿Hasta cuándo? ¿Dónde quedó ese amor por la pelotita y cómo nos hace sentir?
¿Por qué la FIFA no se preocupa por imponer sanciones adecuadas a los ingresos de las federaciones? ¿Acaso no sería más lógico?
Si la preocupación es tanta, entonces manos a la obra por parte de FIFA con campañas frontales, no directamente con sanciones que perjudican de manera absurda a cada Federación.
Bajo mi perspectiva, pareciera que FIFA no quisiera que creciéramos después del desastre económico que se tuvo en años anteriores.
Y vos; ¿Qué pensas?