Hablar de Ricardo Agurcia es hablar de uno de los hombres que más ha hecho por Honduras y de alguien que realmente ama nuestro país.
No solo es el arqueólogo hondureño de mayor prestigio a nivel nacional e internacional, es un ciudadano ilustre que ha logrado, gracias a su formación científica, dar aportes importantes y significativos y un legado científico inigualable en el mundo de la cultura maya.
Graduado en Arqueología en la Universidad de Duke y con una Máster en la Universidad de Tulane ha escrito y colaborado en muchos libros relacionados a la cultura maya.
Esto fue lo que Ricardo Agurcia platicó con los miembros de La Marimba: Del Timbo al Tambo, Honduras is Great, Social Lens, TN5 Telenoticias y Radiohouse.hn, el lugar Casa K’inich, un museo escolar e infantil ubicado en el Fuerte Cabañas en la parte alta de Copán Ruinas:
FOTOS: Guni Matamoros
¿En una frase como describiría Copán?
R.A: Esto es macanudo.
¿Cómo empieza la vida de un arqueólogo?
R.A: En el caso mío y de otros colegas, tiene que ver cuando te topás con los vestigios de civilizaciones antiguas. Yo crecí en la finca de mi familia en Comayagua, y ahí es imposible no dar dos y pasos y encontrarse con vasijas o montículos, y por ahí va surgiendo la curiosidad de qué hacía esta gente y cómo vivía y de conocer la historia antigua de Honduras.
De Comayagua a Copán… ¿Cómo se da esta transición?
R.A: En Copán había una chamba que pagaba, en Comayagua no. Cuando me gradué de mi postgrado ya estaba casado, tenía familia y el lugar donde me ofrecieron trabajo fue aquí. Mi intención era regresar a Comayagua pues me interesaba mucho la arqueología del centro de Honduras, de los lencas pero al final termine en Copán.
¿Se puede vivir de la Arqueología?
R.A: La Arqueología es una profesión difícil y pesada, pero las recompensas que tiene uno son increíbles. Si una persona quiere estudiar Arqueología hay una oportunidad de descubrimiento extraordinario, aquí hay lugar para hacerse un nombre, descubrir cosas impactantes no solo a nivel de Honduras, sino a nivel del mundo entero.
¿Cuál fue su impresión cuando descubrió Rosalila?
R.A: Todo mundo cree que yo entre y encontré el edificio así enterito, y no es el caso, el trabajo de Arqueología es pesado y duro, hablamos de trabajar en túneles que son pequeños, obscuros y apestosos y que caminan bien despacio, dos o tres pies o como mucho un metro por día.
Cuando yo encuentro a Rosalila, lo primero que veo es una pared blanca y eso escribí en mis notas, me tardo como cuatro años para poder comprender el tamaño de Rosalila, es un monstruo, un edificio entero enterrado bajo toneladas de tierra y piedras encima.
¿Y tenía el color rojo?
R.A: Sí, el rojo es fácil de verlo, pero cuando entierran a Rosalila, para los Mayas no solo es piedras y tierra. Rosalila tenía un espíritu muy importante, un templo sagrado con su propia esencia espiritual, los mayas entierran a Rosalila como si fuera un ser viviente y dentro de su tradición eso quería decir vestirla de blanco y eso supuso que le pusieran una capa gruesa de estuco (masa de yeso) blanco a todo el edificio.
Atrás de ese estuco están las capas pictóricas, por lo que solo podemos apreciar las partes donde se cayó esa capa blanca, en algunos lugares he encontrado hasta quince capas de pintura porque el edificio estuvo expuesto por ciento cincuenta años e igual a como hacemos ahora, el edificio también tenia que pintarse.
¿Y hay más edificios debajo de Rosalila?
R.A: En el centro de la Acrópolis, donde está Rosalila, está la secuencia constructiva más grande con siete etapas diferentes. Nosotros podemos apreciar el Templo 16, abajo está Rosalila y más abajo están los templos de Margarita y abajo de este hay dos más y hablamos del año 450 D.C.
¿Cuál ha sido su descubrimiento que lo ha dejado por decir así, perplejo?
Después de excavar en Rosalila, encontramos una puerta, en su interior había unos excéntricos de pedernal (especies de cuchillos). Estaban en perfectas condiciones y solo se habían encontrado dos en los últimos cien años, en Rosalila encontramos nueve que inclusive tenían pedazos de tela azul.
Fue un descubrimiento extraordinario, ahora la figura de esos excéntricos se usa en los Premios Copán.
Las pláticas con Ricardo Agurcia se pueden extender por horas. Gracias a sus investigaciones y su conocimiento nos cuenta cómo el Valle de Copán estuvo habitado posiblemente por tribus lencas que estaban en la zona desde 400 años A.C., o sea, mucho antes que los mayas llegarán a esta zona, aproximadamente 430 D.C, e incluso cómo ambas tribus pudieron convivir en ciertos momentos específicos de la historia.
Hablemos un poco de la Escalinata de Jeroglíficos.
R.A: La Escalinata de los Jeroglíficos es el monumento escrito más grande de toda América y uno de los más grandes de todo el mundo. Narra la historia de la ciudad, el monumento fue tallado en dos etapas, la primera construida por el décimo tercer gobernante 18 Conejo en honor a su padre, quien es enterrado en el interior de la escalinata, la segunda etapa la construye el décimo quinto gobernante.
El texto empieza con una narrativa casi bíblica de la creación del mundo y de la tierra y después va avanzando por la historia de Copán enlistando los reyes en su orden de existencia.
¿La historia es similar a la del Popol Vuh?
R.A: El Popol Vuh es un texto del siglo 16, hay ciertas semejanzas, las escrituras de la Escalinata datan de tiempos más antiguos.
Dado el conocimiento que tenían los Mayas, entre algunas cosas la precisión en matemáticas y el uso del cero, lo detalladas que eran sus esculturas y templos y el conocimiento en astrología por solo mencionar algunas cosas, ¿se podría decir que los Mayas eran la civilización antigua referencia y de las más adelantadas en América?
R.A: Yo me atrevo a decir que de América es la cultura más avanzada y sofisticada, y la pongo a la par de cualquiera de las grandes culturas del viejo mundo como la griega, egipcia y china, estamos hablando de un grado de civilización avanzada que implica un desarrollo en tecnología, ciencia y escritura y artes, pero algunas de ellas son hasta mil años más viejas y hay grandes diferencias significativas como el uso de metales y la domesticación de animales que en los Mayas no se dio.
En América hay culturas también muy imponentes, especialmente en el Perú, pero estas no desarrollaron un sistema de escritura, no utilizaban el cero.
Los mayas pasaban su conocimiento de una generación a otra y eso permite el avance en la ciencia, porque los descubrimientos se pasan de una generación a otra de manera exacta y precisa, por ejemplo el Calendario Maya tiene una precisión en eventos celestiales y esto lo hacían a través de la escritura, pasaban noches enteras viendo las estrellas, analizaban los movimientos del sol y las estrellas y lo relacionaban con los cambios en la tierra.
El conocimiento adquirido lo aplicaban a la agricultura, por ejemplo, en un año que pegaba una plaga o un huracán, ellos precisaban eso como movimientos de los astros y analizaban si la próxima vez que los astros estuvieran así ocurría uno de esos eventos, tratando de predecir. Sabían cuándo sembrar, cortar, quemar en base al calendario, gracias al calendario establecían los patrones para producción, para la agricultura.
La escultura de Copán, ¿es una de las mas impresionantes en el mundo maya?
R.A: Hay muchas espectaculares; por ejemplo, la de Palenque es muy similar, pero la escultura de Copán no tiene par, si había Leonardos DaVinci en al antiguo mundo maya, fue aquí en Copán donde vivían y trabajaban.
¿Y cómo ha sido el avance de las investigaciones hechas hasta el momento?
R.A: La ciudad es enorme y lo que hemos investigado en los últimos cien años aunque en términos científicos ha sido extraordinario, todavía falta mucho, y es ahí donde faltan los jóvenes hondureños, las nuevas generaciones que no solo vengan a investigar sino también a cuidar esta ciudad antigua que es maravillosa.
¿Cree usted en eso que dicen de los avistamientos de OVNIS y extraterrestres que se dan en la zona?
R.A: No pierdo el tiempo en eso, es para vender programas de televisión, fantasías de Hollywood diría yo.
¿Cuánto falta por descubrir en Copán?
R.A: Yo diría que no hay limite, es como la sabiduría, que no tiene limite, uno avanza y sigue descubriendo cosas. Hay varios proyectos ahorita muy interesantes, los mismos incluyen el uso de tecnología de punta, en Río Amarillo, a unos cuantos kilómetros de acá, esta trabajando una universidad de New York, haciendo estudios con sensores remotos, vuelos con drones y sistemas de sensores para ver qué es lo que esta enterrado, además de eso están trabajando con estudio de paleoambiente, que es el estudio para descubrir el ambiente en el pasado.
En el Parque Arqueológico hay un equipo de arqueólogos chinos que están trabajando en unas sepulturas y están haciendo un trabajo fabuloso.
¿Por qué el hondureño debe visitar Copán?
R.A: Porque en Copán Ruinas uno ve uno de los momentos más extraordinarios de la historia de este país, un momento en el que no éramos el tercer mundo, una época donde no estábamos lleno de violencia y extrema pobreza, sino que era un lugar y un rincón de este país sumamente avanzado y sofisticado en todo sentido posible.
Para mí es importante que nos demos cuenta que no siempre hemos sido un país pobre sino que hemos tenido momentos de grandeza, la misma gente y la misma tierra, es cuestión de que nosotros tomemos la convicción de volver hacer algo bueno, por eso creo yo que se debe visitar Copán.