Siempre es bonito entrevistar a mujeres que hacen la diferencia. Mujeres que luchan por sus sueños y hacen lo posible por cumplirlos.
Sara Handal es un vivo ejemplo de ello. Ingeniera Civil de profesión y guerrera del motocross, en el plano internacional, a sus 27 años, ha representado a Honduras en campeonatos de una disciplina donde reinan los hombres en los años 2013, 2014 y 2015.
Su padre, también corredor de motocross, enduro y trial, entrenador y motivador, le inculcó el amor a las motos desde la corta edad de los 8 años y este sábado será parte del staff de expositoras en las TEDx Talks en Tegucigalpa y contará su historia.
¡COMENCEMOS!
¿Cuál fue tu primera competencia?
En San Pedro Sula, tenía 12 años apenas. En ese momento el motocross estaba creciendo en nuestro país. Recuerdo que un medio saltito en la pista y todo mundo quedaba sorprendido.
Fui la primera mujer, bueno, niña, en practicarlo, de hecho, fue un boom total. Hasta me dieron un trofeo para motivarme a seguir en el deporte.
Una vez que yo entré, las hermanas de los competidores se animaron y teníamos que ir a pedirle permiso a sus papás. Luego crecimos a tres y en un punto llegamos a ser 6. Lamentablemente eso no duró mucho porque algunas empezaron con sus vidas de adolescentes.
¿Cómo hacés para subirte a la moto?
Ja, ja, ja. Mido 1.56 metros. Tengo unos banquitos para subirme y para arrancar mi papá me tiene la moto. Ya en parrilla, uso mis banquitos ja, ja, ja. Siempre me molestan con eso.
¿Qué te pasa por la mente cuando estás corriendo?
El momento que más me gusta y que no me gusta es el arranque. Ahí tenés esa combinación de nervios, tu estómago revuelto, tenés sed, tenes que ir al baño. ¡Te pasa de todo! El sonido de las otras motos es ensordecedor y sentís la adrenalina.
Al final ese sonido lo sentis en el piso, la vibración pero luego se convierte en silencio. La concentración es máxima para empezar a correr y agarrarte fuerte.
¿Hay machismo en el deporte?
No tanto como uno piensa, porque siempre van a existir las malas miradas o comentarios tontos de hombres que no se sienten a gusto. Yo pienso que es cuestión de costumbre.
Tal vez ellos no están acostumbrados a compartir con mujeres un deporte así. Tal vez ese sea el rechazo. Es relativo la verdad, como en todos lados.
Soy Ingeniera Civil y me he dado cuenta que en ese mundo también hay mucho machismo y lo siento mucho más directo que en el área del deporte, porque en él siempre he estado apoyada de mi padre y mis dos hermanos que también corren. Creo que por eso no lo siento mucho.
¿Cómo surge el contacto para ir a correr a Qatar?
De hecho yo había abandonado mi sueño de correr porque me dediqué a graduarme del colegio y luego a sacar mi carrera pero surgió como una invitación para mi papá y asistir a la Primera Carrera de Motocross a Qatar.
En ese momento iban comenzando a desarrollar el deporte por allá. Yo tenía un tiempo de haberme graduado y digamos que estaba en mi año sabático ja, ja, ja y mi papá me llamó para verificar el estado de mi pasaporte. ¡Fue increíble!
Él me comentó sobre la posibilidad de viajar allá y yo no le creía. Simplemente no tenía sentido viajar a un país con cultura machista. Lo que yo hago, lo hacen los hombres allá.
Ya estando allá, había varios de Latinoamérica representando. Conocimos a un jeque y le comentamos que yo corría cuando estaba pequeña y de inmediato me dijo que me quería a patrocinar y quería que fuera a correr a Qatar.
Fue increíble porque yo tenía 6 años sin correr. En ese momento todo quedó en el aire y fue hasta después de la competencia que me hizo las preguntas formales sobre mi moto y lo que ocupaba. Yo sólo tenía que llevar mi equipo ellos ponían todo lo demás.
Me convertí en la primera mujer en correr en Qatar entre 23-25 competidores. Fue extraño por la cultura y yo tan chiquita y para aquel tiempo yo no hacía ni Crossfit y me miraba indefensa ja, ja, ja.
Me fue muy buen, nunca quedé de último. Siempre estuve en las posiciones medias porque los primeros lugares era corredores que se dedicaban a esto. Literalmente viven del dinero que ganan en las competencias.
¿Tuviste alguna experiencia diferente con la cultura del Medio Oriente ajena al deporte?
Sí. Me sucedió algo muy conmovedor. Una señora se me acercó. La mirabas y ella caminaba detrás de su esposo, toda tapada, con sus hijos. En otras palabras; bien metida con su religión.
Resulta que llegó su esposo y me dio la mano, luego ella me sujetó las manos diciéndome que es un orgullo para ella conocer a una mujer que pudiera hacer algo como esto. No sé cómo explicar como me sujetaba las manos, fue un momento inolvidable.
¿Vas a seguir corriendo este año?
Hubo un cambio de administración en la pista y por alguna razón no han estado subiendo el calendario del campeonato local, que era en el que yo participaba.
Ahí yo me daba cuenta de las fechas en las que me tocaba competir. Mi papá le escribió al jeque preguntándole sutilmente pero el sólo le dijo que estaban en unos arreglos y no sabemos mucho para ser sincera.
¿Existe la Federación de Motocross en Honduras?
Sí. El mayor problema del deporte es la falta de patrocinio. No hay suficientes patrocinadores para poder crear un evento para poder crear un evento con todo lo que se necesita de Motocross. Además, a la gente no va a las carreras. La verdad no sé si es que no se dan cuenta o si es porque les da miedo asistir. La Federación incluso nos ayuda para que nosotros podamos competir fuera cuando se necesita.
Aparte de Motocross; ¿Practicás otro deporte?
Hago CrossFit y boxeo en B1, también voy a ser expositora en las Charlas de TEDx. En mi casa todos somos deportistas, nuestro estilo de vida activa lo traemos desde pequeños.
Quiere decir que en este 2016 has tenido cambios. ¿Cómo te ha afectado?
De hecho todo esto nunca lo había hecho, ni siquiera lo había considerado. Para mi abrir mi FanPage fue tan extraño, hasta dar entrevistas ja, ja, ja.
Lo mismo con TEDx, jamás pensé contar mi historia de la forma en la que lo estoy haciendo. Esas experiencias han sido raras, divertidas y emocionantes. Me encantan.
¿Cómo te convertis en expositora de TEDx?
Mi charla está orientada a entrenar nuestra mente para que los obstáculos no te detengan. Lo que voy a hacer es contar mi historia y esperar que sea un ejemplo de lo que vos como mujer podes lograr si entrenas tu mente a que las opiniones o limitantes no te detengan para lograr lo que queres en la vida.
