Foto de Grupo OPSA
Estamos en septiembre y para muchos el año se ha ido volando, sin embargo hay un grupo de hondureños que no la ha pasado nada bien, que ha visto como las manecillas del reloj se mueven con lentitud y como sin querer llegaron al lugar del que se fueron llenos de sueños… Sí, ese lugar es Honduras.
En lo que va del 2016 a nuestro país han sido regresados 45,333 catrachos que no tenían planeado volver al menos dentro de un par de años, pero lamentablemente para ellos el plan les ha salido muy mal y ahora están nuevamente en su casa.
¿Extraño, no?
Para esa buena cantidad de catrachos es lamentable estar en casa, no por el ambiente ni nada por el estilo, pero su intención era ayudar a sus familiares, algo que desde aquí es muy complicado cumplir.
Se menciona que el número de deportados se ha reducido considerablemente, pero para Valdette Willeman, coordinadora del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR), la “realidad es otra”.
Los índices de migración cada vez se elevan más y esto debido a la situación que impera en nuestro país, donde las oportunidades son escasas y no queda de otra más que partir lleno de esperanza, esto para poder reencontrarse con algunos familiares en las “Tierras del Tío Sam” o para sacar adelante a su familia que se queda en estas “Honduras”.
Desde ya hace varios años no se podía contabilizar tres aviones seguidos que aterrizaban en nuestro territorio y eso que día a día son miles de hermanos que se sumergen en este sueño de poder conoce la famosa tierra de Donald Trump.
Un total de 356 hondureños fueron repatriados este fin de semana para poder seguir luchando aquí en la tierra que los vio nacer. Algunos tomarán el reto de establecerse en su casa, pero otros no se detendrán y buscarán quitarse ese “Sueño Americano”.
#FuerzaHermanos
