Miles y miles de hondureños se volcaron al Estadio Nacional con un solo objetivo en mente; ver los desfiles de este 15 de septiembre en conmemoración de nuestro 195 aniversario de independencia.
Cada uno de los catrachos asistió al coloso capitalino con diferentes intensiones, pues algunos querían ver a las palillonas, otros a los cadetes, las bandas y uno que otro fue a quitarle los “calaches” a los demás, pero bueno, por suerte hubo una fuerte presencia policial y este tipo de problemas fueron pocos, pues todo era una fiesta.
Las graderías del Estadio Tiburcio Carias Andino se tiñeron de azul y blanco como si la mismísima selección se estuviese jugando el partido que nos pondrá en el Mundial de Rusia 2018; los cadetes, las mojigangas, la famosa ola y los esperados paracaídas hizo nada del solazo que arropó esta bendita y prodiga tierra que celebra su independencia.
El silencio se hizo notar cuando los paracaídas se dirigían al centro de la cancha de este estadio capitalino, el silencio fue opacado por cada caída de este cuerpo aéreo que demostró una vez más el civismo y amor que le da a esta tierra cinco estrellas.