Tengo que aceptar que esta nota me llena de alegría, esperanza, encanto, amor y un poco de envidia. Sí, envidia, y estoy segura que muchos sentirán lo mismo.
¿A quién no le va a dar envidia permanecer por más de 60 años juntos con el amor de su vida? Bueno, este es el caso de doña María Juana Sabillón y don José Manuel González, dos personas que a pesar de sus circunstancias jamás se van a separar.
Ellos se encuentran en el Asilo del Hospital San Felipe, debido al abandono que sufrieron y a la situación tan precaria en la que vivían.
Su amor es de los buenos. Solo ahora, en esta etapa de sus vidas, han sido “separados”.
Espérense, no es la separación que se imaginan, de esa no hay posibilidad alguna, pues su amor esta tan fuerte como la primera vez. Yo me refiero a la separación de cuartos o salas.
En un asilo, como en toda institución, hay reglas que se tienen que cumplir y una de esas es hombres y mujeres separados.
Pero eso no ha impedido que se demuestren su amor día con día. Doña María, como buena esposa, pasa pendiente de que le den la comida a su esposo a la hora que es, que lo bañen y lo tengan bien guapo para cuando lo lleven a ver.
“Yo prefiero que me le den comida a él primero que a mí, a él siempre le gustó comer a sus horas, también les digo a las enfermeras que me lo pongan guapo, elegante”, dijo María, quien no tuvo hijos.
Esta señora tiene 90 años y goza de una memoria impecable tanto así que antes de que trajeran a don José nos pusimos a platicar como dos jovencitas chismeando y poniéndonos al día con todo.
Ella asegura que José es el amor de su vida y no cambiaría nada de lo vivido en estos 63 años de convivir con él.
Cuando ella se expresa de él, sus ojos se iluminan, mientras seguíamos platicando llegó un punto en el cuales estaba muy desesperada algo así como ansiosa., porque a su gran amor no lo llevaban donde estaba ella.
En una silla de ruedas y cargado por varios enfermeros por fin llegó don José de 83 años y lo primero que hizo fue saludarla con un gran beso, es en esta misma escena que me dio algo así como envidia claro de la buena.
En ese momento me tuve que hacer a un lado ya que me sentía como popularmente lo conocemos “mal tercio” , no les miento pero estuvieron más de veinte minutos contemplándose, mimándose, agarrándose las manos, en fin.
Cuando me acerqué a ellos lo primero que me dijo don José fue
“Si ella se me muere, que me echen ahí y que me entierren con ella” .
“El mayor secreto es respetarla, y mirarla como la primera vez” dijo, don José.
Definitivamente este hombre es un caballero, así que hombre tomen nota.
Y mujeres, para ustedes también hay consejos de doña María y es: “Cuiden, mimen y respeten a su viejo”.
Ellos están tan enamorados que disfrutan el poco tiempo que los ponen juntos, tanto así como el primer día.
Si quieren visitar a este par de enamorados lo pueden hacer con gusto y no se quede solo con la visita lléveles algo.
Fotos: SERGIO MONTERO