Lucía Aragón, esposa de Amado Guevara, describió en su Facebook lo que han sido estos meses en los que el Lobo ha estado lejos de su casa.
Días duros, aunque, como ella misma dice, al final valió la pena todo el sacrificio que la familia ha vivido.
Por fin mi Amado regresa a casita después de casi tres meses de estar en muchas concentraciones tanto con la Selección Olímpica como la Mayor.
Ha sido un tiempo de sacrificio donde nadie se imagina el régimen de trabajo al que se someten sin contar las pocas horas de descanso, la planificación de cada concentración del día a día, la motivación que debía infundir, la alimentación supervisada, los constantes viajes, vestimenta, sometidos a tantas presiones, prácticamente la casa de mi Amado Guevara estuvo en un maleta y una mochila.
En Korea y Brasil debían preparar todo para que cada 72 horas los muchachos estuvieran listos para cada partido, pero gracias a Dios TODO eso fue recompensado ya que lograron lo impensable, remando contra la corriente, sin mucho apoyo y soportando cada día innumerables críticas, se logró algo histórico para Honduras, un cuarto lugar en unos Juegos Olimpicos
¡Honduras la 4ta mejor de dicha competencia! ¡¡¡¡Ufff!!!!
Pero no hubo tiempo de celebrar ni de disfrutar: Amado debía cambiar el chip de inmediato y ponerse al pie de la bandera con todo y el overol para que unos días después asumiera dos GRANDES retos que tenía por delante, Canadá y México.
Debía armarse de valor e inteligencia para cumplir con lo que su maestro, el profe Pinto, demandaría de él; sin duda alguna era una misión compleja…
¿El final? Ya todos los conocemos: estamos en la Hexagonal, y así como con la Olímpica también se logró el objetivo ¡Misión cumplida!
Y entonces puedo decir que todo ese sacrificio valió la pena!
Reconocemos a Dios como nuestro Señor y a Él sea toda la Honra y Gloria, le agradecemos estas bendiciones y sabemos que sin Él nada hubieramos obtenido.
Gracias, profe Pinto, por sus enseñanzas, por capacitar a Amado, por enseñarle lo que es trabajar con HONESTIDAD Y EXCELENCIA.
¡Gracias, profe, porque sin ninguna restricción le ha tranferido sus conocimientos sin egoismos y exigiendo lo mejor de él cada día!
Gracias, Amado Guevara, porque si bien es cierto los SACRIFICIOS y lo mucho que Lucielle, Amado Jr. y yo lo extrañamos en casa, todo eso valió la pena.
Usted hace sentir muy felices y orgullosos a toda la familia y a muchos hondureños. Lo amamos demasiado. Dios lo bendiga.
