El “periodista” mexicano Ramiro Palomo Zavala, que dicho sea de paso, no lo conoce ni la mamá, lanzó un video “disculpándose” por la manera de tratar a Alberth Elis con comentarios extremadamente racistas, minimizando la condición como futbolista del catracho.
Para contestar esos comentarios tuve que botar a la basura casi once minutos de mi vida viendo lo que Ramiro Palomo decía, para comprender qué pasa por su cabeza y la “disculpa pública” que emitió.
De entrada se puede notar el sarcasmo con la que este señor hace un vídeo de seis minutos donde no dice absolutamente nada.
Primero: “Mi comentario se subió de tono. Tono despectivo hacia el color del jugador” sin buscarle más, esto es racismo. Discriminación por un color de piel, no muy distinto al que el “periodista” presenta.
Luego dice: “Yo no fui quien ventiló eso, que fue un grupo privado donde los comentarios los aprueban los administradores”. En teoría, Palomo y los administradores de dicho grupo del cual no tuvo el valor de mencionar como se llama, son racistas.
Si tuvo el valor de decir que quisiera volver a comentar programas deportivos, siendo racista y emitiendo comentarios despectivos, dudo mucho que vuelva a figurar.
Después el tipo este se hizo tanta bola que empieza a decir que los mexicanos no pueden ser racistas porque son mestizos y que a los propios jugadores aztecas les ponen sobre nombres, como diciendo, si en mi casa se meten a robar, pues yo también me voy a meter a robar a otras, porque a mí me robaron primero.
Me queda claro que Alberth Elis tendrá que ser muy fuerte, debido a que algunos mexicanos o no se aceptan como son o simplemente no se han visto en el espejo, no han aceptado la cantidad de razas que tuvieron que reproducirse para que nacieran los mestizos, que somos desde la parte alta de California hasta Ushuaia, en la Tierra del Fuego, frontera de Argentina con Chile.
El racismo debería ser penado con cárcel y de repente hasta con uno que otro castigo que marque, literalmente, para que dejen de emitir comentarios donde lo único que demuestran es la falta de humanismo, seriedad y la baja autoestima que poseen como personas.
¡Fuerza Elis!