Por: Alexis Hernández
Foto: Frank Aguilera
Muchas veces es suficiente un poco de pintura en el rostro, una creatividad incontenible y el deseo “perro” de sacar una sonrisa, para ser un rayo de luz en un mundo de tinieblas.
Hay jóvenes “locos” y que la “viven” al máximo como voluntarios del proyecto Municipal (Comvida), que es parte del Programa Municipal de Infancia, Adolescencia y Juventud de Tegucigalpa (PMIAJ).
COMVIDA es un pequeño rincón de nuestra capital, un espacio muy particular que comenzó como una simple idea y que poco a poco se ha ido convirtiendo en un lugar en el que los jóvenes capitalinos pueden cambiar sus vidas, llenarlas de arte y música.
Los chicos dejan las peligrosas violentas compañías de las calles y buscan los ritmos de la batucada, se mueven al son de la samba, ríen con las gracias de los payasitos, viven con el baile moderno , hablan, gritan y cantan con el color del muralismo y viajan en un mundo de imaginación en el arte de la pantomima.
Estos son chicos entre los 12 a 24 años, de escuelas, colegios, universidades y provienen de todos los rincones del Distrito Central, trabajan como voluntarios y desarrollan talentos, destrezas, habilidades y potencian todas sus capacidades. Con todo estos elementos buscan apoyar y proyectarse con la comunidad.
Jéssica Bonilla, jefa de PMIAJ, se mostró contenta con la dedicación que los chicos de los diferentes proyectos demuestran en cada actividad que hacen.
“Son jovenetes que vienen de la San Miguel, Villa Nueva, la Villa Franca, los Pinos, en fin, de todos los barrios de la capital, cumplen en sus escuelas y luego vienen al proyecto”, cuenta.
“Yo tengo cuatro años viniendo al proyecto, me gusta venir porque adquiero conocimientos para desarrollarlos en cosas buenas y trasmitirlos a otros jóvenes que vienen aquí”, Keyner Sánchez, que es uno de los voluntarios.
Varios de estos chicos vienen de sufrir problemas de desintegración familiar, de violencia, otros no tienen la dicha de tener a sus padres o viven en centros juveniles.
Estos chicos son un ejemplo de talento y de superación para muchos otros jóvenes más.
La capacidad de estos jóvenes ha sido observada por varios instituciones que los han invitado a ser animadores de varios eventos culturales, dentro y fuera de la ciudad.
También estarán en la apertura del carnaval de Tegucigalpa de este año.
“Nosotros ya hemos participado en el primer carnaval que se hizo en Tegus y nos gustó el hecho que fuimos parte de algo tan bonito”, comenta el joven Olman Montoya.
Ademas de todos los aspectos artísticos, los chicos que asisten a COMVIDA reciben charlas de educación sexual, delincuencia, prevención del VIH-Sida, violencia domestica , entre otros temas de vital importancia.
A través de COMVIDA los jóvenes buscan ser conscientes y solución de los problemas que afligen a la sociedad, apoyan a la población con alegría ritmo y conciencia social.
“Para nosotros esta nuestra segunda casa, nos gusta lo que somos aquí gracias a este proyecto dentro y fuera de él”, afirman varios de los jóvenes voluntarios.
La encargada de este proyecto, María Elena Ventura, dijo sentirse orgullosa del proyecto y de los jóvenes.
“Estos chicos son un ejemplo a seguir, hay varios que tienen 4 años en el proyecto y se han transformado, se desenvuelven mejor, su creatividad la explotan al máximo y su autoestima es más alta. Hay jóvenes que salieron de las calles y gracias a Dios actualmente ya están en la Universidad”, menciona con orgullo.
“Caminar firme, cantar fuerte al pensar libre”, este pensamiento va más allá de un lema para los jóvenes y niños de Comvida; es su estilo de vida, una forma de pensar y actuar. Estos “locos” que con toda energía de alegría buscan siempre ser la diferencia.
Conocé un poco más de estos jóvenes de gran corazón:
