Cada vez que escucho a jugadores de la selección de Honduras diciendo que no estarán cuando esté Jorge Luis Pinto, me los imagino cuando eran niños y adolescentes haciéndoles berrinche a los tatas porque no los dejaban hacer lo que querían.
Así es Pinto, con carácter fuerte, disciplinado, exigente, terco, necio, pero sabe dónde está parado, hacia dónde va y hasta dónde quiere llegar.
Los jugadores deben entender que Pinto es el que manda, el que da las órdenes y el que pone las reglas para disciplinar un plantel que debe funcionar lo más cercano a la perfección para conseguir las metas trazadas.
El que no esté conforme con las reglas, pues que se vaya. Si hoy clasificamos a la Hexagonal, deben estar no solo los mejores, sino los que quieran dar más, que es lo que Pinto les exige.
Pero ya basta de niñerías…
Pinto sabe lo que hace, como lo demostró en Río 2016. Una de esas metas era jugar seis partidos en Olímpicos y se cumplió, estuvimos cerca de pelear por medallas, algo nunca antes visto.
Mismo caso con la selección adulta de Costa Rica en el mundial Brasil 2014. Pinto llevó a los ticos a los cuartos de final, pero lo más impresionante es haber superado el grupo de los campeones del mundo: Italia, Inglaterra y Uruguay. Lo demás ya lo conocemos todos.
Antes critiqué mucho la llegada del técnico colombiano, pero últimamente se ha visto el buen funcionamiento de Honduras, sobre todo, se nota a leguas el compañerismo y la unión que existe en el plantel.
Jorge Luis Pinto me dijo en una entrevista que le realicé hace algunos meses: “Vamos a clasificar al Mundial de Rusia y vamos a ir a competir, a eso vine señor”.
Ya demostró en las últimas dos grandes competiciones que si se puede, con Costa Rica en Brasil 2014 y con la H 23 en Río 2016. Honduras está jugando bonito, solo falta atinar frente al marco.
¡Vamos que ganamos!
Doctor Pinto póngalos a bailar en una uña a esos muchachos. Rusia es la meta y el objetivo es competir.
